Las últimas semanas de Luis Rubiales fueron para el olvido. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol no pega una desde que decidió que era buena idea darle un beso en la boca a una jugadora durante la premiación del Mundial Femenino de fútbol, donde su selección fue campeona. Y es que no solo le arruinó el festejo a la futbolista, sino que desencadenó una serie de hechos que, si se la contaban, no la creía. ¿El último capítulo de este culebrón? Su madre, quien tras una huelga de hambre en favor de su hijo, debió ser internada de urgencia... Aquí, un repaso de la historia, y cómo llegamos hasta aquí...
Capítulo 1: El beso
Todo empezó el 20 de agosto: España venció a Inglaterra en la final del Mundial Femenino 2023, disputado en Australia y Nueva Zelanda. El encuentro terminó 1 a 0 en favor de las dirigidas por Jorge Vilda gracias al tanto convertido por Olga Carmona a los 29 minutos del primer tiempo. El resultado desató la euforia para todo el país, teniendo en cuenta que es la primera vez que España se corona campeón en esta disciplina.
Todo era risas y festejos hasta que llegó la entrega de medallas de las flamantes campeonas. Fueron pasando una a una a recibir su merecido reconocimiento y a saludar a las autoridades presentes, entre ellos, por supuesto, Rubiales. Cuando llegó el turno de Jennifer Hermoso, todo se puso raro. El dirigente español no tuvo mejor idea que abrazarla, colgarse de ella y darle un beso en la boca ante los ojos de todo el mundo.
Al principio se especulaba sobre si mantenían o no una relación, pero lo cierto es que no tardaron en surgir los repudios desde las redes sociales, que para la cancelación están a la orden del día. Ese mismo día, durante una trasmisión en vivo, la delantera aclaró que no había disfrutado en beso, lo que significó el primer capítulo de esta telenovela en la que Rubiales no pinta tener un final muy feliz.
Capítulo 2: Las disculpas de Luis Rubiales
Ante la ola de repudios que recibió desde todas partes del mundo e incluso por parte de otros deportistas, Rubiales hizo la vieja confiable y salió a "pedir disculpas" (o al menos, lo intentó). En un video difundido por la Federación, aclaró que con Jennifer Hermoso tiene "una magnífica relación" y que "seguramente" de "ha equivocado". En esa línea, justificó que "ha ocurrido lo que ha ocurrido de manera muy espontánea, sin mala fe por ninguna de las dos partes" y dijo: "Quiero disculparme" porque "si desde fuera se ha visto de otra manera, seguramente tendrán sus motivos". Prácticamente, usó la famosa frase "si te ofendí, te pido mil disculpas".
Sin embargo, tuvo menos apoyo del que creía, porque además de los repudios, empezó a aparecer gente importante que pedía su dimisión del cargo. Hasta el mismísimo Pedro Sánchez, presidente de España, criticó su accionar y, al momento de recibir al equipo campeón del mundo, le dedicó un saludo bastante frío.
Pasaban los días y Luis Rubiales seguía siendo el foco de la prensa en todo el mundo. No se sabe si fue una decisión genuina o lo hicieron para no quedar pegados, pero desde FIFA le abrieron un expediente y estudian penalizarlo. Mientras tanto, el exfutbolista finge demencia y sigue para adelante con su discurso: para él no fue tan grave la cosa, es más, asegura que el beso fue "consensuado" y grita a los cuatro vientos y varias veces (para que se entienda): "No voy a dimitir".
En paralelo, el Gobierno Español empezó acciones legales para suspenderlo. Por su parte, el secretario del Consejo Superior Deportes, Víctor Francos, aseguró que están "en disposición de que esto sea el me too del fútbol español, que sea un cambio".
Capítulo 3: La renuncia de toda la Selección femenina de España
Cinco días después del hecho, faltaba escuchar la campana de Jenni Hermoso. Mediante un comunicado en conjunto con sus compañeras, señaló que en ningún momento se trató de un beso consentido: "Quiero aclarar que en ningún momento consentí el beso que me propinó y en ningún caso busqué alzar al presidente. No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho”.
En el mismo comunicado, 81 futbolistas (inclusive sus compañeras de selección), le mostraron su apoyo y aseguraron que renuncian a la Selección hasta que Luis Rubiales no deje de ser el presidente de la Real Federación de Fútbol. "Queremos manifestar que todas las jugadoras que firman el presente escrito no volverán a una convocatoria de la Selección si continúan los actuales dirigentes”.
Capítulo 4: Las sanciones a Luis Rubiales
Lejos de calmarse, la situación empeoró después del comunicado emitido por las jugadoras. El apoyo a Jennifer Hermoso se masificó y Rubiales quedó cada vez más escrachado. La FIFA finalmente anunció la suspensión por 90 días del dirigente para “toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional en tanto y en cuanto se tramita el procedimiento disciplinario abierto por esta Comisión Disciplinaria contra el Sr. Luis Rubiales el pasado jueves 24 de agosto”.
Además, la Federación Española de Fútbol (RFEF) le inició acciones legales y le sacó todo: Se quedó sin sueldo, sin auto, sin celular y sin computadora.
La crisis parece no tener fin. Ante el aparente derrumbe profesional de Rubiales, el fútbol español suma otro problema. El entrenador campeón del Mundial Femenino fue durísimo con el dirigente y, a modo de protesta, renunciaron tanto él como todo su equipo.
Capítulo 5: La huelga de hambre de su madre
Ante la ola de críticas hacia su hijo, la madre de Luis Rubiales, Ángeles Bejar, salió en su defensa y aseguró que se trata de una "cacería inhumana y sangrienta". En consecuencia, y como si eso ayudara de algo, empezó una huelga de hambre (se ve que esto de tener ideas brillantes viene de familia).
La mujer está muy convencida de que todo lo que está pasando su hijo es injusto, y que tanto las autoridades como quienes lo critican "están haciendo algo que no se merece". La idea de Bejar era permanecer encerrada en la iglesia del barrio de Capuchino de Motril, sin comer "de manera indefinida".
Y como si fuera poco, mientras los líderes regionales de la RFEF le piden a Rubiales su renuncia urgente al cargo, su madre cae internada en su tercer día de huelga. Ángeles Bejar no se estaba sintiendo bien por el duro calor que todavía hace en Europa y por el hecho de no ingerir ningún alimento. El sacerdote de la iglesia en la que la mujer se estaba quedando le dijo a la prensa que "sus pies se hincharon y estaba muy cansada. Además, se puso muy nerviosa".
