El voto electrónico en la Ciudad despertó la polémica incluso desde antes de las PASO. Sin embargo, el día de las elecciones estallaron las críticas por su mal funcionamiento, ya que muchos votantes (incluida la candidata Patricia Bullrich) denunciaron que las máquinas no andaban bien. La jueza federal electoral de CABA, María Servini, se sumó a las quejas y envió una solicitud a la Cámara Nacional Electoral (CNE) para pedir que se realice "una profunda reflexión de cara a los comicios de octubre".
Es potestad del Jefe de Gobierno porteño decidir el método de votación que se utilizará para elegir, justamente, ese puesto. Horacio Rodríguez Larreta decidió que el voto electrónico era la mejor opción para las PASO, y a pesar de las malas experiencias de muchos votantes, ratificó esa decisión de cara a los comicios de octubre. Esto generó polémica una vez más, y en esta oportunidad, la jueza María Servini fue quien decidió tomar cartas en el asunto y envió un petitorio a la CNE.
Al principio de su presentación al presidente de la Cámara Electoral, Servini consideró que durante la jornada electoral de las PASO en la Ciudad de Buenos Aires, hubo problemas que "afectaron gravemente" su desarrollo. "Estos inconvenientes -repetidos en numerosas mesas y locales de votación y durante toda la jornada- transformaron esta elección, en los comicios más problemáticos y conflictivos de los últimos 30 años en esta ciudad, afectando el derecho a sufragar de muchos ciudadanos que no pudieron votar a nivel local, o debieron hacerlo en condiciones deficientes", sigue el escrito.
Además, criticó duramente la decisión de Larreta: "Todo ello innecesariamente y en virtud de situaciones que las autoridades locales de la ciudad de Buenos Aires no previeron, planificaron mal y ejecutaron peor". Y agregó que: "Los inconvenientes mencionados, todos relacionados con la implementación de la Boleta Única Electrónica y las máquinas utilizadas a tal fin, adquirieron una dimensión tal que provocaron que muchos ciudadanos tuvieran que hacer largas filas con una espera de hasta más de dos horas para votar, algo que no había sucedido nunca, ni aún durante la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19". A este texto, también adjuntó fotos que mostraban las fallas de las máquinas.
Para finalizar, advirtió sobre la falta de preparación de las autoridades de mesa para atender a estos problemas: "Sumó complicaciones para las autoridades de mesa por el hecho de tener dos urnas en cada mesa de votación, lo que provocó demoras al momento del escrutinio y confusión en torno a la documentación relacionada con cada urna". Y dijo que el voto electrónico "desalienta la participación electoral": "Hubo autoridades de mesa que ante el nerviosismo generado por la situación más la aglomeración de electores que querían sufragar, colapsaron emocionalmente y manifestaron su intención de no cumplir su función en octubre próximo".
