La Corte Suprema de Justicia intervendrá en la causa del crimen de Emmily Rodrigues para definir qué juzgado se hará cargo de la investigación, luego de que, a raíz del cambio de carátula del expediente, dos juzgados se declararan incompetentes.

La causa que investiga la muerte de Emmily Rodrigues se vio sucesivamente trabada en las últimas semanas. Lo que en principio se investigaba como un homicidio, con el empresario Francisco Sáenz Valiente como principal sospechoso, pasó a caratularse como abandono de persona seguido de muerte y, finalmente, como homicidio culposo y suministro gratuito de estupefacientes. Esta última calificación, decisión del a Sala 6ta de la Cámara del Crimen, apunta a que la muerte de la joven a manos del empresario habría sido meramente accidental.

A raíz de este cambio, el caso pasó a la Justicia Federal pero la jueza María Eugenia Capuchetti no aceptó la competencia y la devolvió al juzgado criminal de origen. Después, la jueza Romina Galetti tampoco aceptó la competencia, con lo cual el expediente quedó trabado y es en este punto donde intervendrá la Corte Suprema de Justicia para definir cuál es el juzgado que deberá seguir con la investigación. Mientras tanto, el fiscal a cargo sigue siendo Santiago Vismara.

Para fundamentar la carátula sobre suministro de estupefacientes, la Cámara apuntó a que apenas pautó el encuentro con las jóvenes en su departamento, Francisco Sáenz Valiente chateó con un presunto dealer al que le pidió "dos blancos y un tusi", sustancias que según testigos de la causa había efectivamente en el lugar ese 30 de marzo.

“El imputado facilitó gratuitamente tales estupefacientes, al ponerlos a disposición de sus invitadas y su domicilio para que pudieran consumirlos. Es irrelevante cómo y quién organizó el encuentro; en lo que aquí interesa, fue él quien proporcionó las sustancias como también el lugar para su consumo”, indicó el Tribunal según citó la agencia Noticias Argentinas.

De este modo, los jueces creen que Sáenz Valiente fue responsable de crear "una situación de peligro concreto" al suministrarle a Emmily Rodrigues las drogas que supuestamente terminaron en su "brote psicótico" y su "caída" por la ventana, pero no consideran que su responsabilidad haya sido suficiente como para acusarlo de un delito de homicidio simple o agravado y mucho menos que se trate de un femicidio.

Por el momento, el empresario está sin prisión preventiva pero con una tobillera electrónica y prohibición de salida del país.