Sergio Schoklender demandó al Estado nacional en defensa de su honor. El abogado reclama que se borre del Registro de Reincidencia su condena a prisión perpetua por el asesinato de sus padres. Además, invocó su derecho a la dignidad y a la intimidad por el tiempo transcurrido desde aquella sentencia.
A través de un amparo presentado frente a la Justicia, Schoklender se refirió a la Constitución Nacional. De acuerdo al abogado, que sus crímenes pasados sigan en el Registro afecta sus "derechos constitucionales". Según su presentación, este es "un expediente que se encuentra terminado, vencido y cuya anotación registral está a todas luces caduca".
El reclamo recayó en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal Nº2, a cargo de Esteban Furnari. Este, por su parte, trasladó el planteo a la Fiscalía del fuero y corrió vista al Ministerio de Justicia, que respondió antes de que comience la feria judicial de invierno.
Schoklender explicó que cualquier persona que se presente frente al Registro de Reincidencia y pida sus antecedentes penales recibirá un informe con una copia de la sentencia a prisión perpetua que recibió el 12 de marzo de 1985. El hombre que tiempo después trabajó junto a Hebe de Bonafini en el proyecto "Sueños Compartidos" contó que el organismo en cuestión da incluso más datos sobre él, como una copia de la resolución por la que se ordenó su libertad condicional en 1995, luego de 10 años preso.
Schoklender, que terminó investigado en la Justicia por su gestión del programa de viviendas que manejaba Madres de Plaza de Mayo, explicó que fue a la Justicia por un "misterioso" cambio en el Registro de Reincidencia. En diálogo con La Nación, expresó: "Normalmente, cuando pedía el certificado para algún trámite, salía sin antecedentes, como correspondía dado el tiempo transcurrido desde aquella condena". Siguió: "Pero, misteriosamente, en los últimos meses comenzaron a aparecer otra vez todos los datos de aquel expediente".
Según Shocklender, esto se debe a "un problema del sistema informático o de desidia administrativa, pero no de voluntad política". Añadió: "Dicho eso, me iré a la tumba preguntándome por qué a tanta gente todavía le interesa lo que pasó hace tantos años".