Se rematará una casa inscripta a nombre de Sergio Schoklender en el marco de un reclamo de un particular por una deuda de unos 40 mil dólares con quien se la vendió. Esto fue cuando el parricida se ocupaba de la Misión Sueños Compartidos, programa de construcción de viviendas sociales de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. La misma está ubicada en la localidad de José C. Paz y será rematada el 25 de abril. 

Pablo Grisolía fue quien compró la vivienda ubicada en José C. Paz con una cancelación pautada en cuotas que se dejaron de pagar cuando sucedió todo el escándalo con Sergio y Pablo Schoklender. El mismo se dio por defraudación contra la administración pública y Madres de Plaza de Mayo, posterior al asesinato de los hermanos contra sus padres.

El estafador argentino había comprado la propiedad a través de una sociedad. Según el edicto de remate, la casa se encuentra abandonada y está bautizada como La Rosada. Tiene dos plantas, cinco dormitorios, seis baños, un amplio living, cocina y terraza. Está rodeada de cuatro parcelas con una glorieta, añeja arboleda y parque en buen estado de conservación.

Se encuentra actualmente ocupada por la ONG Los Troncos. Los terrenos aledaños a la propiedad están ubicados en las cercanías de otro predio en el que estaba proyectado construir otras viviendas populares, hasta que la crisis estalló y terminó imposibilitando dicha iniciativa. Todo esto saldrá a remate con un valor base de 12 millones de pesos. 

A pesar de que la subasta de la casa de Schoklender estaba pautada para antes de la pandemia, no se pudo llevar a cabo por las restricciones de circulación y las medidas de cuidado dispuestas durante el Covid-19. El juez Jorge Sobrino Reig ordenó el remate para el próximo 25 de abril.

El caso Schoklender

El 1 de junio de 1981, los hermanos Pablo y Sergio Schoklender asesinaron a sus padres, Mauricio y Silvia. Los homicidas se separaron y huyeron a caballo. El primero de estos fue atrapado en la localidad tucumana de Ranchillos, mientras se dirigía al norte para cruzar la frontera con Bolivia. El segundo no llegó tan lejos, ya que fue detenido a 29 kilómetros de Mar del Plata.

Los dos hermanos fueron condenados a prisión perpetua. Sin embargo, en 1995, Sergio salió en libertad condicional y se acercó a las Madres de Plaza de Mayo, a quienes estafó. A día de hoy, vive a las afueras de Rosario y se las rebusca como albañil.