Para cerrar una pésima participación en la Copa Sudamericana, Gimnasia y Esgrima La Plata perdió 1 a 0 con Universitario en Perú, quedó eliminado de la competencia como último en su grupo y tanto jugadores como cuerpo técnico se despidieron con piñas, empujones y corridas dentro del campo de juego.
En principio, parecía que el apuntado del enojo del Lobo era el árbitro uruguayo Esteban Ostojich, que había expulsado a dos jugadores de Gimnasia (Ignacio Miramón y Franco Torres) y también anulado dos goles en los primeros cinco minutos de partido.
Sin embargo, el foco de conflicto se fue modificando de a poco hacia los jugadores peruanos que festejaban en el centro del campo de juego. Uno de los primeros en reaccionar fue el defensor Leonardo Morales, aunque rápidamente se sumó la mayoría del plantel del Lobo platense.
Los golpes y empujones entre los futbolistas de ambos equipos, y también de los visitantes con las fuerzas de seguridad, se trasladó después hasta la zona de acceso a los vestuarios, lo que derivó también en que el público local lanzara proyectiles contra los jugadores de Gimnasia.
El equipo argentino necesitaba ganar por dos goles de diferencia y esperar que Goiás se impusiera en Colombia contra Independiente Santa Fe, como finalmente ocurrió. Sin embargo, tras las polémicas de los goles anulados, Piero Quispe logró el gol de la victoria de Universitario a los 40 minutos del primer tiempo.
De esta manera, el Grupo G se cerró con Goiás primero y clasificado a octavos de final de la Copa Sudamericana con 12 puntos, seguido por Universitario con 10, mientras que Independiente Santa Fe concluyó con 7 y Gimnasia con 4.
