Las investigaciones en torno a la búsqueda de Cecilia Strzyzowski no descansan y la familia Sena está cada vez más complicada. Ahora, los peritos encontraron una mancha de sangre humana en un colchón que pertenecía a los suegros de la víctima y que estos regalaron a un vecino del barrio cuatro días después del presunto femicidio de Cecilia. Los investigadores están analizando si el rastro pertenece a la joven de 28 años.

Según fuentes judiciales, el hallazgo se produjo hoy tras el secuestro de dicho colchón y unos muebles que pertenecían a Emerenciano Sena y Marcela Acuña, los principales sospechosos de la desaparición de Cecilia. Estos elementos se los habían regalado a un vecino del barrio el pasado martes 6 de junio y fueron trasladados por un camión de mudanza. El movimiento quedó registrado en una cámara de seguridad ubicada frente al domicilio de la familia Sena.

Además, según indican las pericias, intentaron remover la mancha de sangre del colchón con lavandina. "Cuando allanamos el viernes no nos llamó la atención el faltante de mobiliarios hasta que se pudo corroborar con la cámara de seguridad del domicilio que está enfrente, que mostró un camión que se llevó el mobiliario", explicó el fiscal Jorge Cáceres Olivera.

El fiscal agregó que, tras analizar las imágenes, lograron encontrar el camión de mudanzas y dieron con su conductor. El camionero declaró como testigo y confirmó "que hubo un traslado de muebles el martes por la mañana, el mismo día que se radicó la denuncia por la desaparición de Cecilia". Además, el hombre aportó la dirección hasta la que habían llevado los muebles, dato que sirvió para secuestrar los elementos.

Ahora, queda determinar si se trata de sangre de hombre o de mujer. En caso de ser femenina, los fiscales podrán disponer un cotejo de ADN con el patrón genético de la mamá de Cecilia, Gloria Romero para confirmar si pertenece o no a la víctima.