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Policiales

Pidieron la captura internacional de dos sospechosos por el crimen del empresario de Padua

Padua

Los fiscales Claudio Oviedo y Marisa Monti, que investigan el homicidio del empresario Gabriel Izzo y el salvaje ataque a su mujer, Silvina Petinari, en su casa de San Antonio de Padua, pidieron captura nacional e internacional de dos hombres que estarían involucrados en la causa.

Los apuntados por los fiscales son Julio Alberto Mac Dougall (izquierda) y Gustavo Damián Potenza (derecha). El primero es el responsable de una pizzería cercana a la escena del crimen, donde la policía encontró una mochila que fue registrada en la huida de los delincuentes que atacaron al matrimonio y las armas con las que habrían ejecutado al empresario.

Durante el allanamiento también encontraron joyas que serían del empresario y su esposa, y elementos que habrían sido utilizados en el robo, como precintos y herramientas. Además, Mac Dougall tiene un permiso para conducir el VW gol gris en el que se trasladaron los delincuentes, que fue registrado por las cámaras de seguridad.

Ese auto está a nombre de Walter Rodríguez Sierra, conocido como “El Uruguayo”, quien es hasta el momento el único detenido que tiene el caso. Él es el propietario del local donde está emplazada la pizzería "Lo de Cata", ubicada en Castelar Sur, donde los autores del crimen abandonaron el auto.

Por su parte, Potenza sería uno de los sospechosos que las cámaras registraron al salir del auto cuando llegaron a la casa de Padua en la madrugada del viernes, en la previa del crimen. El hombre de 45 años, de acuerdo a sus antecedentes comerciales, fijó como domicilio fiscal una casa cercana a la pizzería.

Con estas evidencias, el juez de Garantías Ricardo Fraga aceptó el pedido de los fiscales y ordenó las detenciones. Por su parte, la pericia balística del caso comenzará esta tarde. Los investigadores realizarán un cotejo entre las vainas servidas halladas en la escena del crimen y las armas secuestradas a la víctima, una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38, y las armas encontradas en la pizzería, del mismo calibre (.380) que la que mató a Izzo.