Es conocido el drama entre el príncipe Harry y toda la familia real británica a partir de su decisión de casarse con la actriz estadounidense Meghan Markle y su férrea defensa de su madre y exesposa del rey Carlos III, Lady Di.
Por lo tanto, una de las dudas para la coronación de hoy era si el duque de Sussex asistiría a la ceremonia y cómo lo haría: solo o acompañado, con el traje militar real o sin él, si se quedaría a todos los eventos en los que se divide o se iría antes, dónde se sentaría.
Ya en el funeral de la reina Isabel II no le habían permitido utilizar las iniciales “ER” de la reina Isabel II en su uniforme militar. En esa ocasión se había planteado no vestirse con él. Esta vez vistió un traje negro militar simple con sus medallas.
Una fuente confidencial dijo a The Sun: “Hubo conversaciones sobre la posibilidad de organizar los asientos por orden de sucesión”. De haberlo hecho, Harry, quinto en la línea de sucesión, habría sido ubicado en primera fila, y junto a William y Kate. Pero no sucedió.
Junto a él en la tercera fila estuvieron las hijas del príncipe Andrés, Eugenia, de 33 años, y su hermana Beatriz, de 34, con su marido Edo Mapelli Mozzi. Se ubicó entre el marido de la princesa Eugenia, Jack Brooksbank, y la princesa Alexandra, prima de la reina Isabel, cuyo último compromiso real de trabajo fue hace diez años.
Por qué Meghan, Archie y Lilibet no acompañaron a Harry
Si bien las internas familiares siguen presentes, Meghan sí había acompañado a Harry al funeral de la reina Isabel II y a la pareja se la había visto muy cerca del príncipe y la princesa de Gales, William y su esposa Kate Middleton, ahora primeros en la línea de sucesión al trono.
En esta ocasión la princesa de Sussex se quedó en California, Estados Unidos, con sus hijos Archie y Lilibet por la celebración del cuarto cumpleaños de su hijo mayor. De hecho, Harry se retiró una vez terminada la ceremonia de coronación para volver a América con su familia.
Los excluidos
El trato que le dieron al príncipe Harry está a la altura del otorgado al príncipe Andrés, el tercer hijo de la reina Isabel II, envuelto en acusaciones de pedofilia relacionadas con el empresario Jeffrey Epstein. Ninguno de los dos estuvo en el saludo desde el balcón y a ambos los sentaron en la tercera fila.
La explicación oficial es que al balcón sólo asitieron los “working royals” , o sea solo los que tienen un rol activo en la realeza. Harry renunció a todos sus deberes cuando decidió mudarse a California con Meghan Markle y Andrés fue despojado por la reina Isabel de todas las afiliaciones militares y los patrocinios reales.
