La inflación no golpea a todos por igual y es más dura para los pobres. Una vez más, el aumento de precios impactó sobre los sectores más vulnerables que intentan no quedar debajo de las líneas de la pobreza y la indigencia.
Durante el primer trimestre, las canastas de bienes y/o servicios necesarios para superar esos umbrales aumentaron en el primer trimestre 25,4% y 30,6%, respectivamente, mientras que la inflación general fue del 21,7% en ese período.
El director de análisis macroeconómico de Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina, destacó que la suba en los alimentos “fue muy fuerte” en el primer trimestre, producto del shock que generó la sequía, la gripe aviar y la suba del 50% en el precio de la carne vacuna mayorista. “El incremento del rubro fue de 28,2% frente al 21,7% del nivel general. Más aún, los frescos (carnes, lácteos y huevos, frutas y verduras) treparon 34% en ese lapso”, señaló el economista.
El incremento del rubro (alimentos) fue de 28,2% frente al 21,7% del nivel general. Más aún, los frescos (carnes, lácteos y huevos, frutas y verduras) treparon 34% en ese lapso
Una familia de cuatro integrantes (de dos adultos y dos menores), según la medición que publicó este jueves el INDEC, debería percibir $87.719 por mes para no quedar bajo la línea de indigencia y $191.228 para no encontrarse dentro de la pobreza.
A ese valor, hay que sumar el costo de alquilar una vivienda que, según los datos del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), tuvo un costo de $150 mil en el caso de los departamentos de tres ambientes. Esto, añadido a la canasta básica, implicaría contar con $341.228 mensuales. Un dos ambientes, en tanto, ronda los $90 mil y un monoambiente, $80 mil al mes.
En el Gobierno miran con mucha atención el aumento del costo de vida porque también refleja la efectividad del programa Precios Justos, que no está siendo efectivo afuera de los supermercados. Según los relevamientos que realiza la Secretaría de Comercio, los aumentos con los que llega la mercadería a los comercios de cercanía no solo están por encima de la pauta del 3,2% que rige en supermercados, sino que además duplican la de las grandes superficies.
En este contexto, Sigaut Gravina consideró: “Dado que el shock de los precios de los alimentos ya ocurrió (algo de impacto aún se percibe en abril), lo más probable es que el alza de las CBA y la CBT en el segundo trimestre de 2023 estén alineadas con la inflación general en torno al 6% promedio frente al 6,8% con el primero”. Y advirtió: “Esto significa suba de la indigencia y la pobreza en el primer semestre de 2023: indigencia en torno al 10% y pobreza arriba de 40%”.
