Al igual que la producción de granos, que se vio y se ve seriamente afectada por las condiciones climáticas donde las principales entidades proyectan una campaña con una caída productiva de maíz y soja en torno al 50%, la producción de semillas de la Argentina también está atravesando un mal momento.

Según la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), la producción de semilla de maíz registra un retroceso en torno al 15% respecto de los rindes esperados, sumado a que la calidad del grano tampoco es acorde a las expectativas.

Esa situación, que también afectó al trigo de cara al inicio de la siembra, mantiene en alerta al sector privado y al gobierno, que juntos están buscando soluciones para atender la demanda de los productores.

Desde el sector privado no descartan que se deban importar semillas para la nueva campaña, al fin de mantener la oferta y también asegurar la calidad de los granos.

El director ejecutivo de ASA, Alfredo Paseyro, destacó que la industria “está comprometida en poner a disposición del productor la cantidad y calidad de semillas en toda la matriz, donde produce semillas en 15 provincias y genera 26.000 puestos de trabajo directos”.