Los asistentes a un show en la ciudad de Suzhou, China, vivieron un momento de gran conmoción cuando una trapecista apellidada Sun cayó al vacío desde el trapecio y murió en medio de la presentación.

En los últimos días se difundieron las imágenes de la caída al vacío de una trapecista china en el medio de una acrobacia. Una de las maniobras de la presentación terminó en tragedia después de que su compañero, que también era su esposo, fallara cuando debía atraparla con las piernas.

De esta manera, la joven acróbata cayó desde el trapecio volador, que colgaba a una altura considerable, y murió a raíz del impacto. Tras llevarla al hospital, el personal médico intentó salvarle la vida sin resultado y ahora se está investigando el incidente para encontrar responsables, según informaron las autoridades locales citadas por el portal The Paper.

Los artistas no usaban cinturones de protección por trabajar en una industria “altamente competitiva” en la que ganaban “relativamente más dinero” si hacían actos más peligrosos.

Según la prensa internacional, Sun y su esposo, de apellido Zhang, tenían dos hijos y habían trabajado juntos por muchos años, durante los cuales era frecuente que realizaran sus shows sin seguridad para “verse bien”.

Las imágenes del accidente de la trapecista despertaron un debate sobre las condiciones de seguridad de este tipo de presentaciones, dado que muchos usuarios que comentaban el incidente en redes señalaban haber visto espectáculos similares durante los cuales ni siquiera había colchones o redes para proteger a los acróbatas en caso de caída.

Asimismo, los medios de comunicación chinos fueron escenario de una serie de discusiones sobre quién tiene la culpa por la muerte de la artista. En este marco, el Departamento de Cultura y Turismo local aseguró que el grupo no tenía la autorización necesaria para hacer el show, por lo cual sus integrantes serían “tratados en consecuencia” por su irresponsabilidad.

Sobre la decisión de la pareja de no implementar medidas de seguridad en sus actuaciones, The Paper reveló también que los artistas no usaban cinturones de protección por trabajar en una industria “altamente competitiva” en la que ganaban “relativamente más dinero” si hacían actos más peligrosos.