El Ministerio de Salud de la Nación informó que se notificaron hasta el 14 de abril más de 41.000 casos confirmados de dengue en la Argentina y especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguran que el cambio climático es uno de los responsables del aumento de los casos.
En nuestro país, el número de positivos acumulados ya supera en un 27% a los de 2016 y en un 48,4% a los de 2020, los últimos años con brotes registrados. En el último boletín epidemiológico se registran además 27 fallecidos.
Son 15 las jurisdicciones que tienen circulación autóctona de la enfermedad: Jujuy, Salta, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, La Rioja, Chaco, Santa Fe, Formosa, San Luis, Buenos Aires, CABA, Córdoba, Entre Ríos y Corrientes.
De estas provincias, las que mayor incidencia del virus tuvieron fueron Tucumán, Salta, Jujuy y Santa Fe. Además, se notificaron en Misiones 13 casos sin antecedentes de viaje que se encuentran bajo investigación.
Cambio Climático
Según la OMS, la incidencia de infecciones causadas por arbovirus, como el dengue, el zika y el chikungunya, ha crecido de forma espectacular en todo el mundo en las últimas décadas, donde aproximadamente la mitad de la población mundial está ahora en riesgo de contraer dengue, con un estimado de 100 a 400 millones de infecciones por año.
En este sentido, Raman Velayudhan, jefe de Unidad del Programa Mundial de Control de las Enfermedades Tropicales Desatendidas en la OMS y Diana Rojas Álvarez, jefa técnica de Zika y chikungunya, han advertido que estas enfermedades están provocando un número creciente de brotes en todo el mundo.
Cuando se les consultó por qué se daba esta situación, los especialistas de la OMS señalaron al cambio climático, la deforestación y la urbanización como algunos de los principales factores de riesgo, que permiten que los mosquitos se adapten mejor a nuevos entornos y propaguen el riesgo de infección geográficamente.
Prevención y control
Marcelo Hoyos, gerente técnico de Soluciones y Productos Especiales de BASF, sostiene que "estos virus se han convertido en grandes desafíos, no solo por su impacto a nivel social, sanitario y económico, sino por la complejidad en el control del mosquito".
"La clave es controlar al insecto vector responsable de transmitir estos virus, pero el desafío real es replantear los programas de prevención y control, primero desde la base del conocimiento”, afirma Hoyos
“Es la base del manejo integral de plagas, sin conocimiento gana el mosquito vector. Cuando mencionamos la palabra mosquito tenemos que mentalizarnos que involucra a 4 formas de vida: huevo, larva, pupa y adulto, donde cada una tiene comportamientos diferentes. Nuestra responsabilidad es conocer sus fortalezas y vulnerabilidades en cada etapa, saber leer y entender el ambiente y poder relacionar a ambos para permitir llegar a un correcto diagnóstico para las medidas adecuadas”, señaló.
Hoyos indicó además que “no debemos subestimar a este mosquito y su capacidad de colonización, ya que, por su capacidad adaptativa, en los últimos años han avanzado hacia áreas templadas, y se extiende a localidades más hacia el sur en país como Tandil y Bahía Blanca en la provincia de Buenos Aires“.
Por último, el profesional explica la necesidad de integrar las estrategias de control: “El uso de insecticidas de volteo en termonieblas no es suficiente para eliminar el mosquito y son usados recién en la llamada fase de bloqueo, en ese sentido, el control más efectivo resultará de una combinación de estrategias culturales como el descacharrado, junto a las físicas y químicas con insecticidas residuales".