A dos días de de haber comenzado la tercera edición del Programa de Incremento Exportador, más conocido como dólar soja, el mercado se encuentra virtualmente en pausa a la espera de una mejora de los precios de pago por parte de la industria.
Previo al anuncio oficial, el precio pizarra de la soja rondaba los 90.000 pesos por tonelada. Entendiendo que el dólar oficial tenía un promedio de $215 la semana pasada y que el programa oficial plantea un tipo de cambio de $300, la mejora en el precio que paga la industria debería rondar los 125.000 pesos por tonelada del poroto.
Si bien el Decreto 194/2023 fue publicado recién en la madrugada del lunes, apenas unas horas antes que comience a operar el mercado, en los dos días completos de operaciones el precio pizarra oscila entre 105.000 y 110.000 pesos por tonelada, algo que aún no convence ni a productores, ni corredoras, ni productores.
Entre el lunes y el martes solo se registraron negocios por menos de 200.000 toneladas, que si bien marca un aumento respecto del flujo de operaciones de marzo, aún queda muy lejos de lo pretendido por los exportadores y el Gobierno nacional.
Desde el sector industrial confirmaron a Diario con Vos que "parece que el decreto no se hubiese publicado, porque no hay ni llamados para confirmar precios".
Preocupación
En este magro contexto de negocios, un dato marca el ritmo de la preocupación de los exportadores y la industria. Ese dato es que la capacidad ociosa de la industria aceitera se encuentra en torno al 75%, un desuso histórico para el sector.
Cabe destacar que a fines de 2020 hay un registro peor, con una capacidad ociosa en torno al 85%, pero en ese caso se debió a una medida de fuerza sindical de los aceiteros y no por un efecto natural como se da actualmente.
En este caso, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro Exportador de Cereales (CEC), Gustavo Idígoras, confirmó que "la situación es muy alarmante hacia mitad de año".
"Si se aceleran las ventas en estos días, producto del Programa de Incremento Exportador, no sé cuántas toneladas quedarán para comercializar y procesar pasada la cosecha gruesa", afirmó Idígoras, teniendo en cuenta las pérdidas productivas de la actual campaña de soja por los problemas climáticos y el mal estado de entrega de los granos.
Por último, el titular de CIARA-CEC también explicó que no se "descarta que algunas industrias deban parar sus plantas comenzando el segundo semestre de este año".
