Tras el inicio de la guerra en Ucrania, Finlandia solicitó el año pasado el ingreso a la OTAN y hoy se convirtió en el miembro número 31 de la organización del Atlántico Norte. La respuesta de Rusia no tardó en llegar: "Es un ataque a nuestra seguridad y a nuestros intereses nacionales".
La guerra en Ucrania fue el detonante por el que este país europeo, que comparte 1.300 kilómetros de frontera terrestre con el Kremlin, se decidiera a solicitar su ingreso. "Finlandia está más segura adentro de la OTAN que afuera", aseguró la embajadora nórdica en la Argentina, Nicola Lindertz, y afirmó que la alianza "no es una amenaza para Rusia".
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenber, destacó hoy que el proceso de adhesión de Finlandia, fue "el más rápido de la historia moderna de la Alianza". "Me alegro y me enorgullece ser el Secretario General que puede dar la bienvenida a Finlandia como miembro de pleno derecho de la Alianza. Esto es importante para la OTAN y para Finlandia", expresó.
El líder de la organización, que tiene como a principal miembro a Estados Unidos, señaló que ahora la frontera terrestre entre la Alianza y Rusia será "más del doble". Según el secretario general, si el presidente Vladimir Putin fue a la guerra contra Ucrania con el claro objetivo de tener menos OTAN, está obteniendo lo contrario.
En tanto, el Gobierno ruso manifestó su preocupación por la incorporación de Finlandia a la alianza atlántica militar. Moscú sostuvo que "es un nuevo agravamiento de la situación". "La ampliación de la OTAN es un ataque a nuestra seguridad y a nuestros intereses nacionales", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. "Esto nos obliga a tomar contramedidas", concluyó el vocero de Putin.
