Dos efectivos del cuerpo de bomberos de la localidad balnearia bonaerense Villa Gesell declararon al ser de los primeros en asistir a Fernando Báez Sosa tras el ataque y afirmaron que estaba muerto cuando llegaron a la puerta del boliche “Le Brique”.
Los bomberos voluntarios Verónica Onieva y Javier Timoteo dieron declaración testimonial frente al Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores y fueron coincidentes en indicar que Fernando Báez Sosa estaba “sin signos vitales”.
Al inicio de su relato, los bomberos detallaron que tardaron cerca de dos minutos en llegar al lugar tras el llamado que advertía sobre una persona inconsciente frente al boliche, a cuatro cuadras del cuartel.
"Del piso lo colocamos en una tabla, la levantamos y lo subimos a la camilla de la ambulancia. Nunca tuvo signos vitales", afirmaron hoy los bomberos a la Justicia.
La décima jornada en el juicio por la muerte de Fernando Báez Sosa
Junto a estos dos bomberos, hoy declarará Pablo Gastón Zapata, un joven oriundo de Zárate que denunció a uno de los rugbiers semanas antes del hecho por una agresión.
Si bien había otros testigos que también iban a hablar hoy, fueron desistidos tanto por los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, como por los abogados de la familia de la víctima, Fernando Burlando y Fabián Améndola.
En la audiencia de hoy están presentes Graciela Sosa y Silvino Báez, padres de Fernando, y los ocho imputados: Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano, Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).
El defensor Hugo Tomei ingresó a los tribunales más de dos horas antes del inicio de la audiencia, y mantuvo desde las 8 una reunión técnica con los acusados en la planta baja del edificio.
Fuente: Télam
