Por orden del Supremo Tribunal Federal, fuerzas policiales desmontaron los acampes instalados frente al Cuartel General del Ejército y detuvieron a 1200 militantes bolsonaristas. Se investiga la logística del ataque a la Plaza de los Tres Poderes.
Luego del violento asalto al Palacio del Planalto, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal (STF) que ayer encabezaron miles de militantes bolsonaristas, esta mañana todavía se podían ver los rastros de destrucción en la ciudad de Brasilia. En este contexto, el interventor designado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Ricardo Cappelli, confirmó que el campamento instalado frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia fue desocupado.
Tras la determinación del ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, un operativo de la Policía Militar y el Ejército desalojó a las personas que acampaban en el Cuartel General. Como consecuencia, entre 1.200 y 1.400 personas fueron arrestadas en el lugar y enviadas a las cárceles de Papuda y la Penitenciaría de Mujeres en unos 40 micros.
“Todos los elementos fueron remitidos a la PF. Se va a cumplir la ley”, aseguró Capelli quien a primera hoy había expresado que la situación estaba "descontrolada". “Sigo en el terreno, acompañando personalmente al convoy de la policía militar que está al frente de los elementos que estaban en el llamado 'campamento'", informó desde el operativo.
Prohibieron la entrada de camiones o autobuses con manifestantes en el Distrito Federal de Brasil.
El ministro del STF prohibió además, y hasta finales de enero, la entrada de camiones o autobuses con manifestantes en el Distrito Federal de Brasil y liberar todas las rutas, los edificios públicos estatales y federales en todo el territorio del país.
Según informó Télam, el bolsonarista George Washington de Oliveira Sousa, de 54 años -quien colocó un explosivo cerca del aeropuerto de Brasilia en la víspera de Navidad- dijo en un comunicado que el plan se montó en el acampe y contó con la participación de otras personas que estaban allí.
Sousa está detenido desde fines de diciembre por haber intentado hacer volar un camión de combustible en Brasilia con el propósito de frustrar la asunción de Lula da Silva. Admitió que quería “crear caos” para que se decretara el estado de sitio en el país y evitar así la toma del poder por parte del presidente electo.
A la hora de su arresto, Sousa ya había dicho que había planeado ese atentado con otros "bolsonaristas" que estaban acampados frente al cuartel general del Ejército en la capital. Pero, para el juez Alexandre de Moraes, "nada justifica" la existencia de concentraciones llenas de "terroristas".
El campamento
El área frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia fue ocupada por simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro desde el final de la segunda vuelta electoral. Los manifestantes pedían, entre otras cosas, la anulación de las elecciones y la intervención de las Fuerzas Armadas en el gobierno.
Tras los ataques a la sede de los Tres Poderes, el presidente Lula decretó la intervención federal en la seguridad pública del Distrito Federal a través de la Garantía de Orden Público.
La medida estará vigente, inicialmente, hasta el 31 de enero. Con el decreto, la Policía Militar, la Policía Civil, la Policía Criminal y todas las fuerzas de seguridad pública ahora responden al gobierno federal. El documento también permite que las Fuerzas Armadas actúen en Brasilia para restaurar el orden público. El objetivo es frenar la depredación y la acción que promueven los manifestantes bolsonaristas en la capital.
