Por orden del Tribunal Supremo de Brasil, el Ejército comenzó a desalojar todos los “campamentos bolsonaristas”, tras el intento de golpe de Estado con la toma de las sedes del Congreso y el Supremo, además del palacio presidencial.
El Tribunal Supremo de Brasil emitió una orden para que el Ejército desaloje campamentos y asentamientos de manifestantes bolsonaristas a lo largo y ancho del país. Desde que Lula ganó las elecciones en octubre pasado, miles de militantes del expresidente Bolsonaro ocupan rutas y ciudades en rechazo al actual presidente.
Ya en la mañana de este lunes, fuerzas de la policía del Brasil empezaron a desmantelar el campamento de los militantes del expresidente Jair Bolsonaro ubicado frente al cuartel general del Ejército, en la capital Brasilia.
Se pudo apreciar el éxodo de personas cargando carpas y bolsos, varios de ellos con remeras amarillas e inscripciones de apoyo al exmandatario ultraderechista, mientras dejaban el lugar, luego que el juez del máximo tribunal, Alexandre de Moraes, diera un plazo de 24 horas para cumplir la orden.
El ministro del Tribunal Supremo de Brasil (STF) prohibió además, y hasta finales de enero, la entrada de camiones o autobuses con manifestantes en el Distrito Federal de Brasil y liberar todas las rutas, los edificios públicos estatales y federales en todo el territorio del país.
Señaló que las principales autovías de país, parcialmente ocupadas por la turba de seguidores, deben ser desbloqueadas a lo largo del día, según informaciones de la cadena de televisión G1.
A raíz de los disturbios, con la toma de las sedes del Congreso y el Supremo, además del palacio presidencial; las fuerzas de seguridad detuvieron a 1200 manifestantes.
Además el juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, separó de su cargo por 90 días al gobernador del Distrito Federal de Brasilia, el bolsonarista Ibaneis Rocha.
