Desde el viernes, la ciudad mendocina de San Carlos está conmocionada por la desaparición de "Chiqui", un adolescente que entró al cementerio a buscar una pelota y no salió más.
La última vez que sus amigos vieron a "Chiqui" estaba vestido de colores oscuros, buscando una pelota igual de oscura. Esto sucedió el viernes pasado, a la tarde, cuando jugaban un picadito en las calles Capitán Cobos y Libertad lindantes al cementerio Eugenio Bustos de la ciudad de San Carlos -a 100 km. apróx. de la Capital de Mendoza- y la pelota cayó del otro lado del muro. Dentro del cementerio.
Según relató uno de los chicos que estaba allí, "Chiqui" se ofreció a ir a buscar la pelota y saltó al pared. Pero lo que parecía ser un trámite rápido para poder retomar el juego, se convirtió en la escena de una película de terror. De acuerdo a lo que publicó el Diario El Sol, él y los demás amigos escucharon gritos dentro del cementerio y "Chiqui" nunca más salió. En ese contexto decidieron hacer la denuncia al 911.
Sin embargo el testigo de 16 años no pudo sumar más datos porque, dijo, había conocido al joven a penas unos días antes y lo único que sabía de él era su apodo. Pero otro dato llamó la atención de los oficiales que se acercaron al Eugenio Bustos, las paredes tienen más de dos metros y medio de altura y los que lo vieron, aseguran que "Chiqui" las saltó con demasiada facilidad.
De acuerdo con la crónica de la policía, en el lugar no había ningún sereno y tras el rastrillaje en la zona, los efectivos no lograron encontrarlo. La Fiscalía dispuso que se abra una investigación por averiguación de paradero.
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