Tras la destitución del presidente de Perú, Pedro Castillo, el Congreso tomó juramento a la entonces vicepresidenta, Dina Boluarte. La tensión por la remoción del mandatario, sumada a la negativa de Boluarte a adelantar las elecciones, despertó protestas y cortes de rutas en todo el país.
Horas antes de ser detenido, Pedro Castillo había anunciado la disolución del Congreso de Perú, que tenía previsto debatir una moción de destitución en su contra. Además, estableció un toque de queda para esa noche y anunció que gobernaría mediante decretos de ley hasta que se conformara un nuevo Parlamento elecciones de por medio.
Los legisladores decidieron sesionar de todas maneras, y en medio de las renuncias de varios funcionarios y el pronunciamiento de distintas instituciones como el Poder Judicial, el Ministerio Público y las Fuerzas Armadas en favor del funcionamiento democrático, el mandatario fue detenido y removido de su cargo. En su lugar, asumió quien era su vicepresidenta, Dina Boluarte.
Boluarte anunció que no adelantaría las elecciones hasta nuevo aviso, y la respuesta de los partidarios de Castillo se hizo escuchar en diversos puntos del país. La capital de Perú, Lima, se convirtió en escenario de manifestaciones en favor del exmandatario, y en otras ciudades como Ayacucho, Huancavelica, Puno y Juliaca se produjeron movilizaciones cuyas consignas iban desde el reclamo de la renuncia de Dina Boluarte y el adelanto de elecciones hasta el pedido de liberación de Pedro Castillo y el cierre del Congreso.
Desde anoche, varios manifestantes bloquean la Ruta Nacional Panamericana Sur, concretamente los kilómetros 274 y 299, valiéndose de piedras y quemas de neumáticos. Se trataría, mayormente, de trabajadores de empresas agroexportadoras que desconocen a Boluarte como presidenta, reclaman el cierre del Parlamento y el llamado a nuevas elecciones generales. Mientras tanto, la ahora presidenta continúa las negociaciones para la conformación de su gobierno.
