La pelea entre Estados Unidos y México sobre la posible prohibición de la importación de maíz genéticamente modificado para el 2024 por parte de los últimos se profundizó este lunes. El secretario de Agricultura estadounidense, Tom Vilsack, le advirtió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que su país se vería forzado a tomar medidas legales si ambas naciones no llegan a una "resolución aceptable".
Desde México, por su parte, argumentan que estas semillas modificadas representan una amenaza a sus propias especies nativas. Aún así, López Obrador dijo este martes que buscaría llegar a un acuerdo con Estados Unidos.
Una prohibición mexicana tendría "impacto significativo" en el intercambio entre Estados Unidos y México, explicó Vilsack. México es el segundo importador de maíz más importante del mundo, después de China, y buena parte de lo que compran viene de Estados Unidos. La prohibición de las importaciones de maíz transgénico podría reducir esas importaciones a la mitad, según explicó un ministro mexicano a Reuters el mes pasado.
El conflicto comenzó el 31 de diciembre del 2020, cuando López Obrador le puso la firma a un decreto que obligaba a ir reduciendo la importación para consumo humano de maíz transgénico hasta llegar a eliminarla para 2024. La medida generó mucha preocupación entre los exportadores estadounidenses, y el gobierno de Joe Biden se dedicó a presionar al presidente mexicano para que cambie la medida.
Prohibir el maíz genéticamente modificado fue una de las promesas de campaña de López Obrador. Sin embargo, la presión de Estados Unidos puede obligarlo a ceder. Por su parte, el presidente mexicano ya aclaró que la importación de maíz transgénico solo estará prohibida para consumo humano, mientras que se seguirá usando para alimentar al ganado.
