La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner llamó por teléfono hoy, a las 10 de la mañana, al presidente Alberto Fernández. La comunicación se produjo a las 9 de la noche de Bali, Indonesia, donde el presidente se encuentra por la cumbre del G20.
El motivo de la llamada de Cristina Kirchner fue la descompensación que sufrió Alberto Fernández esta mañana por una "gastritis erosiva con signos de sangrado". Como explicó el propio presidente más tarde en conferencia de prensa, la gastritis y el sangrado le produjeron “una baja de la presión muy importante”, por lo que tuvo que dirigirse a un hospital de Bali para hacerse estudios. A raíz de esto, la vicepresidenta lo llamó para preguntarle cómo se encontraba de salud.
Por su descompensación, Fernández se vio obligado a suspender sus actividades para el resto del día, aunque sí celebró su reunión con el presidente de China, Xi Jinping, durante la cual conversaron sobre el financiamiento chino en el proyecto hidroeléctrico de Santa Cruz que involucra a las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. Además, los mandatarios acordaron una actualización del Swap, acuerdo que involucra al Banco Popular de China y al Banco Central de la República Argentina (BCRA). Conforme a la actualización acordada, el gobierno chino autorizará una inyección de 5000 millones de dólares a las reservas argentinas.
Más tarde, en conferencia de prensa, Alberto Fernández se refirió a lo conversado con Xi Jinping y a su estado de salud. "Tuve esta mañana una descompensación producto de una gastritis erosiva, que generó un sangrado que me generó una baja de la presión muy importante”, había explicado. “Para verificar exactamente el nivel de sangrado nos trasladamos a un hospital de Bali al solo efecto de hacer una endoscopía”, luego de lo cual pudo presentarse a la reunión con el presidente chino. “Les agradezco a todos por la preocupación, estoy bien, estoy trabajando bien”, aseguró el presidente.
