Dos jóvenes militantes ambientalistas por el cambio climático vandalizaron esta mañana al icónico cuadro Muerte y vida de Gustav Klimt, expuesto en el Leopold Museum de Viena.
Dos activistas, un hombre y una mujer, lanzaron pintura negra sobre el óleo del pintor austríaco para denunciar que “los nuevos pozos de petróleo y gas son una sentencia de muerte para la humanidad”.
El ataque fue reivindicado por el grupo la Última Generación, que lo posteó en sus redes. Reclaman “medidas inmediatas” contra la crisis climática convocando a reducir las “millones de toneladas de CO2 por año sólo en Austria”.
Tras el ataque, ambos jóvenes fueron inmediatamente detenidos y la vocera del museo, Klaus Pokorny, sostuvo a la agencia de noticias AFP que “los restauradores ya están trabajando para determinar si la pintura, que está protegida por un vidrio, ha sido dañada”.
Los restauradores ya están trabajando para determinar si la pintura, que está protegida por un vidrio, ha sido dañada
El ataque es parte de una seguidilla de ataques a famosas obras de arte entre las que se cuenta una de Goya en el Museo del Prado en Madrid (Las majas); los Girasoles, entre otras pinturas de Van Gogh, en Londres; La joven de la Perla, de Vermeer, en Holanda; y una pintura de Claude Monet, cerca de Berlín, en Alemania.
En total, los casos ya superan la decena desde que en mayo la primera víctima fue La Gioconda y se espera que los museos empiecen a tomar medidas para evitar este tipo de acciones.