Se viene un domingo caliente para la definición de la Liga Profesional con dos clásicos que van a paralizar al país: Boca recibirá a Independiente y Racing hará lo propio con River. De esta manera, el nuevo campeón del fútbol argentino saldrá de uno de estos partidos, desde el barrio de La Boca o desde Avellaneda.
Por esto, y teniendo en cuenta la cercanía de menos de cinco kilómetros entre los estadios, el Ministerio de Seguridad de la Nación prepara un importante operativo policial junto con sus pares de Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad para los encuentros a disputarse desde las 17 horas. A la misma hora jugará también Huracán, pero queda fuera de la organización porque visitará a Patronato en Entre Ríos.
Habrá controles en la estación de varias líneas de tren, especialmente el Roca. También habrá controles intensos desde al menos 300 metros antes de llegar a los estadios.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, destinará agentes de la Policía Federal para custodiar y reforzar la seguridad en estaciones de trenes, sobre todo del Ferrocarril Roca. El operativo será similar al que se dio en las semifinales de la Copa de la Liga jugada en cancha de Lanús, con hinchada de -justamente- Boca y Racing, que se jugó hace algunos meses, y tuvo unos 1.000 efectivos.
Además, se implementaría un intenso control de las adyacencias de los estadios, ampliando el anillo de seguridad que habitualmente se monta. Se estima que el primer control de acceso por parte de las fuerzas se instalará a por lo menos 300 metros del ingreso de los estadios Alberto J. Armando (La Bombonera) y Presidente Perón (el Cilindro).
De todas maneras restan algunos días para saber de qué manera se llevará efectivamente adelante el operativo, pero mientras tanto se teme que haya un posible cruce entre las parcialidades de Boca y Racing en la zona del obelisco cuando uno de los dos equipos se consagre campeón de la Liga Profesional 2022.
Además, el recuerdo de la feroz represión en La Plata durante el partido que reanudarán mañana el propio Boca y Gimnasia está todavía muy fresco. Esto abre otra serie de interrogantes, ya que si bien se teme un cruce de hinchadas, no es descabellado temer una intervención exagerada de las fuerzas de seguridad ante el más mínimo inconveniente.
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