Después del intento de magnicidio que sufrió, la vicepresidenta Cristina Kirchner volvió ayer a trabajar en su despacho en el Senado. Durante la jornada, mantuvo reuniones privadas con su círculo íntimo y recibió la visita de su abogado Gregorio Dalbón.
Sin hacer declaraciones públicas sobre el atentado, la expresidenta llegó cerca de las 16 con un auto por el ingreso vehicular. CFK volvió a usar los mismos accesos al Congreso Nacional que utilizaba hasta el atentado del jueves pasado.
Durante la jornada, no se comunicó actividad oficial de la titular de la Cámara alta, pero sí se pudo saber que tuvo encuentros con gente de su confianza y su defensa. Además, legisladores y dirigentes políticos oficialistas desfilaron por su oficina.
Horas más tarde, Cristina Kirchner se retiró del edificio por la salida que da a la esquina de Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos. Es el mismo que utiliza habitualmente y en el que se encontraron alguno de sus seguidores.
El viernes pasado, la exmandataria abandonó su casa ubicada en el cruce de las calles Uruguay y Juncal, en el barrio de Recoleta. Ahora, se maneja en un auto blindado por pedido del presidente Alberto Fernández. Así, Cristina Kirchner mantiene en reserva sus movimientos en momentos en que su custodia está en medio de la crítica tras el intento de homicidio.
