El presidente de la Asociación de Fiscales, Carlos Rívolo, se refirió a las polémicas alrededor del pedido de sentencia a Cristina Kirchner en la causa Vialidad, y la posterior defensa que hizo la vicepresidenta esta mañana a través de su canal de Youtube.

En principio, Rívolo criticó el comunicado que publicó ayer el presidente Alberto Fernández y aseguró que desde la entidad salieron a respaldar al fiscal Diego Luciani porque hizo "manifestaciones que tiene prohibido hacer". "El esquema constitucional y político de Argentina es presidencialista, por lo cual, que el presidente diga algo relativo a un tema de por si viene con una credibilidad bastante importante", afirmó.

"Esperábamos esto porque ya lo había hecho en otra ocasión, mencionando su cambio de opinión en el caso Nisman y cuando se finaliza la causa del Memorándum", explicó en No Dejes Para Mañana, por Radio Con Vos. En este sentido, aclaró que la constitución "se lo prohíbe a él, no al resto de los dirigentes". De todas maneras, más adelante afirmó -en relación a sus testimonios en la causa- que más allá de su cargo, "para la justicia es nada más que un testigo".

El presidente hizo manifestaciones que tiene prohibido hacer. Ayer la sociedad vivió un sistema acusatorio a pleno.

En esta línea recalcó que Luciani "presentó su alegato en nueve jornadas de una manera clara, donde ató los hechos, las personas, las calificaciones legales, y ahora vienen 39 jornadas de la defensa. Dejen que el sistema siga funcionando y no presionen". "Ayer la sociedad vivió un sistema acusatorio a pleno", fulminó el fiscal.

Luego se refirió a la defensa que Cristina Kirchner realizó hoy por sus propios medios, tras la negativa para ampliar su indagatoria: "Ella y cualquier imputado tiene la posibilidad de decir lo que quiera en cualquier momento. Lo que vale es lo que se dice dentro del juicio, lo demás es insustancial, no tiene valor para ser juzgado".

En relación a ese pedido denegado a la expresidenta, Rívolo explicó que fue así porque los tiempos procesales marcan que durante la etapa de alegatos no se permite una acción de ese tipo, que se dan durante la etapa de debate. Al respecto, una oyente consultó por qué Luciani había presentado pruebas durante la misma etapa que le negaron a Cristina, aunque el fiscal negó que eso haya ocurrido y afirmó que incluso se le negaron pruebas que no pudo presentar.

La teoría del lawfare es una gran categoría para tratar de frenar políticamente estos juicios.

Rívolo también aseguró "no creer en la teoría del lawfare", la cual definió como "una gran categoría para tratar de frenar políticamente estos juicios o la tarea de los fiscales". "¿Alguien puede calificar de alegato político lo de Luciani? ¿En qué momento se paró y dijo 'quiero imputar a esta gente por como piensa y como desarrollo el gobierno'?", preguntó retóricamente.

En este sentido, y en relación a los chats que hoy expuso Cristina entre José López y Nicolás Caputo, el entrevistado dijo que "cada fiscal va sacando lo que tiene que ver con lo suyo" y que "se recontra utilizan pruebas de otras causas que te vienen bien a vos en la tuya, en todas las modalidades delictivas" por lo que "no es algo novedoso lo que se hizo".

Es una mera relaciona social que sucede a menudo. No hubo una razón seria para sacarlos de la causa.

Rívolo sobre los vínculos entre jueces y fiscales y la sospecha de parcialidad

Otro oyente preguntó luego por qué no se ubica gente que no este sospechada de parcialidad, haciendo referencia a la relación entre los fiscales y jueces de la causa que jugaron al fútbol en la quinta Los Abrojos, de Mauricio Macri. "Es una mera relaciona social que sucede a menudo. No hubo una razón seria. Esa cuestión fue bien zanjada por el tribunal, mas allá de los reparos que pudo haber tenido la defensa", respondió Rívolo.

Para cerrar, el presidente de la Asociación de Fiscales aseguró que se tomaron recaudos -"un refuerzo vinculado con el tema de la custodia"- en cuanto a la integridad física de Luciani entrada la última etapa del juicio. Esto se debió a que, según dijo, están "completamente seguros" de que van comenzar a haber presiones, amenazas, y carpetazos "inocuos, absurdos, pero que terminan distrayendo y generan descredito".