El 24 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó que sus fuerzas armadas inicien una “operación militar especial” en Ucrania con el objetivo de “desnazificar y desmilitarizar” el país. La invasión generó una de las peores crisis humanitarias en Europa, impactó en todo el mundo poniendo en crisis a la economía y a la paz.
Tras varios meses de escalada en la tensión entre Rusia, Ucrania y Estados Unidos, las fuerzas rusas, que decidieron apoyar a la región separatista del Donbass -Donetsk y Luhansk-, asaltaron a Ucrania bombardeando las principales unidades militares, incluyendo la capital. En respuesta, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, impuso la ley marcial y decretó la movilización general de las fuerzas armadas.
A un mes del inicio del conflicto, Moscú controla la ciudad de Jarkov, la región portuaria y estratégica de Mariúpol, la periferia noreste, este y casi toda la sur de Ucrania y rodea la capital. Pero Kiev demostró una mayor capacidad de resistencia a la esperada. Todavía sostiene gran parte de sus defensas antiaéreas y no perdió el control de su espacio aéreo.
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Por otro lado, la reacción internacional no tardó en llegar. Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de Occidente manifestaron su respaldo a Ucrania. No intervinieron militarmente en la guerra, pero sí enviaron armamento a Kiev y aplicaron sanciones económicas al Kremlin. En contraposición, China rechazó las sanciones y afirmó que "el diálogo y la negociación son la salida fundamental" para este conflicto.
Mientras se desarrolla el enfrentamiento bélico, continúan las conversaciones de paz entre ambos países sin grandes avances. Hace una semana se reunieron en Turquía los cancilleres Rusia y Ucrania. También, Volodomir Zelenski expresó su voluntad de mantener una charla “cara a cara” con Vladimir Putin. En las negociaciones, el Kremlin exigió la desmilitarización y la neutralidad de Ucrania y que renuncie a su intención de ingresar a la OTAN, mientras que Kiev pidió la retirada de las tropas rusas de todo su territorio y ciertas garantías de seguridad.
"Es hora de acabar con esta guerra absurda".
Ante el sufrimiento, la destrucción y el horror de la guerra en Ucrania, @antonioguterres subraya que es hora de acabar con los enfrentamientos y darle una oportunidad a la paz. https://t.co/4RgTpzzW90 pic.twitter.com/8wp3ua2HGY
— Naciones Unidas (@ONU_es) March 23, 2022
Por último, cabe señalar que la invasión generó una las peores crisis humanitaria de las últimas décadas en Europa. Según la ONU, más de 10 millones de ucranianos abandonaron sus casas: 3,5 millones de personas salieron del país y otros 6,5 millones son refugiados internos. De acuerdo a diferentes organizaciones, los muertos se estiman en varios miles, entre combatientes y civiles. “Al menos 953 civiles murieron y otros 1.557 fueron heridos desde que Rusia lanzó una guerra contra Ucrania”, la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).