El gobierno de Etiopía declaró el estado de emergencia en todo el país, en medio de un recrudecimiento de los enfrentamientos contra los rebeldes del Frente Popular para la Liberación de Tigré (TPLF).
Las autoridades etíopes tomaron la medida para "evitar que los ciudadanos sean atacados" por el TPLF y entró en vigencia hoy mismo. Esta declaración llega después de que las fuerzas rebeldes aseguraran el último fin de semana que tomaron el control de dos ciudades de la región Amhara, en el norte del país y vecina del Tigré: Dessie y Kombolcha, que se encuentran a unos 400 kilómetros de la capital, Adis Abeba.
Asimismo, desde el TPLF confirmaron contactos con el grupo rebelde Ejército de Liberación Oromo (OLA), una escisión del Frente de Liberación Oromo (OLF), que también lanzó ofensivas contra el Ejército en la región de Oromía, lo que presupone una expansión del conflicto a nivel nacional.
Luego de que los rebeldes del Frente Popular para la Liberación de Tigré tomaran el control de dos ciudades del norte del país, el Gobierno declaró el estado de emergencia y hasta sugieren a los habitantes a armarse para proteger sus barrios.
El Gobierno niega los avances de los rebeldes pero las comunicaciones están cortadas en una gran parte del norte del país y el acceso de los periodistas está restringido, lo que hace casi imposible la verificación de las posiciones en el terreno.
Además, las autoridades de la capital etíope instaron a los ciudadanos a armarse y proteger los barrios ante el avance de los rebeldes. "Se espera que los individuos con armas personales, armas legales, protejan sus barrios de forma organizada", detalló Kenea Yadeta, de la oficina de administración de la paz y la seguridad de la capital en una rueda de prensa.
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El conflicto de Tigré inició en noviembre de 2020, cuando el primer ministro Abiy Ahmed envió al ejército para destituir a las autoridades regionales disidentes del TPLF. Sin embargo, en junio de este año los rebeldes recuperaron la mayor parte de la región, forzando a las tropas gubernamentales a retirarse, al tiempo que continuaron su ofensiva en las regiones vecinas de Amhara y Afar, haciendo temer una propagación de la guerra al resto del país.