A sus 36 años, Luis Miguel "Pulga" Rodríguez pasa por el mejor momento de su carrera, tras haberse consagrado como genio y figura del plantel de Colón campeón 2021. Por ello, Reynaldo Sietecase lo contactó y mantuvo una distendida conversación. "Fue un recibimiento muy lindo, no lo esperaba la verdad y estoy muy contento", dijo desde Simoca, su pueblo natal.
-Viviste el partido de manera muy especial. ¿Fue una revancha de la Sudamericana?
-Para nada. El fútbol es de oportunidades y nos tocó otra oportunidad para abrazarnos a la gloria. Ahora vivimos este momento, no pensamos en la Sudamericana. Este momento fue algo increíble para todo el plantel, para el cuerpo técnico y para la gente. En lo personal lo viví de manera muy intensa.
.¿Por qué te parece que llegás a Santa Fe y te convertís en un ídolo automáticamente?
-No lo sé. Yo llegué y me adoptaron como a uno de ellos. Como que estaba toda la vida en Santa Fe. A base de ese cariño que la gente me mostraba uno puede rendir. La verdad es que anduve muy bien. Hubo momentos en que no convertía y que la pasó mal sin poder encontrarse con lo que uno era y la gente lo bancó, eso es muy importante para uno.
-Tienes una irradiación hacia hinchas de otros equipos ¿Lo sentís?
–Me lo hacen saber hinchas que no tienen nada que ver con Colón, nada que ver con Atlético y que te demuestran un cariño que no saben por qué. Me lo hacen saber y uno lo agradece. Hasta los hinchas de San Martín y de Unión siempre me trataron muy bien. Eso para uno es más que valorable.
-¿Tendrá que ver con un modo de jugar que es bien argentino?
-Puede ser que sea como vos me lo decís. Pero bueno, a veces me preguntan si soy ídolo y no sé. No caigo en eso. Agradezco el cariño, pero siempre digo que soy uno más. La gente cree que no te puede ver nunca y te encuentra en algún lugar y uno no sabe cómo devolver tanto cariño.
-¿Tus colegas te han hecho reconocimientos?
-Mucho mensaje de colegas y técnicos que son felicitaciones. El tema de contar o no contar con uno lo ve mi representante Roberto. Uno trata de disfrutar y estar tranquilo. En el día de hoy me hago un estudio para saber qué me pasó y empezar la rehabilitación para estar en óptimas condiciones donde quiera que vaya.
-¿Qué te pasó cuando tuviste que pedir el cambio?
-Me contracturé fuerte y le dije que me sacara porque no quería perjudicar al equipo de ninguna forma. El equipo nos necesitaba a todos al 100%. Capaz que podía seguir jugando, pero no iba a estar al 100%.
-¿Cuán encaminada está la renovación en el plantel? ¿Y el mural en Santa Fe?
–Yo creo que esta semana va a ser clave. El mural lo decía por mis compañeros y la situación que nos tocó vivir, no me parecía que no esté algo que es de todos los chicos que se fueron. Esas son cuestiones del club. A mí me preguntaban qué tatuaje se haría. Yo decía que hay que hacerse el escudo de Colón con la estrella arriba.
-Alguna vez quedaste varado en Europa ¿Pensaste en las vueltas que da la vida desde entonces?
-No, son cosas que pasaron y que a uno le dejan una enseñanza. Es como me manejé toda mi vida y el sacrificio que hace uno.
-Tuviste un paso fugaz por la Selección ¿Te quedó eso pendiente?
-Uno mientras siga jugando en Primera División va a seguir soñando con la Selección porque uno se entrena para eso. Es el sueño de todo jugador.
-¿Ahora todos los tucumanos son de Colón?
-Todos sabaleros, salvo mi hijo Milo que no se sabe de qué equipo es (de Colón, se escucha una voz de niño de fondo).
-¿Te molesta que se haga diferencias entre equipos grandes y chicos?
-Claro. Es así. A uno no le gusta. Los denominados grandes y los denominados chicos es algo que molesta. Para el hincha, cada club es el más grande del mundo.
-¿Es una opción volver a Atlético Tucumán?
-Claro. Este es el lugar que me dio todo. Ojalá se pueda dar la vuelta algún día.