El ruso celebró la coronación en la Caja Mágica y aseguró que su victoria fue un "milagro" posible gracias a los médicos y las inyecciones que le aplicaron.

"Dentro de mí, solo hay medicación", confesó Andrey Rublev ante la prensa después de alzar el trofeo del Masters1000 de Madrid. "Ganar este título fue un milagro. Normalmente soy un tipo negativo, pero esta vez es la que me siento más orgulloso de mí mismo". Gracias a este nuevo triunfo, el ruso escaló al 6to puesto del ranking internacional.

El domingo, Rublev se le impuso al canadiense Felix Auger-Aliassime (35°) por 4-6, 7-5 y 7-5 después de dos horas y 48 minutos. Auger- Aliassime tuvo un servicio sólido, pero el ruso le terminó encontrando el punto. Con el devenir del partido, el canadiense tuvo cada vez más problemas para mantener su saque, pero en el último juego hizo una doble falta en el punto decisivo para darle el partido y el título a su rival.

Fue su primer título en la capital española y su segunda conquista de un torneo de estas características (el único que había ganado era el M1000 de Montecarlo del 2023). "El dedo se me inflamó y se puso el doble de grandes, entonces la presión pasaba al hueso. No podía ni meter el pie en la zapatilla. La sensación era similar a cuanto está roto. Por eso me pusieron anestesia, para que no lo sintiera. Al menos, pude jugar sin pensar en ello", reveló el campeón con el alivio de haber cumplido con su objetivo.

"Sigo enfermo - relató Rublev-, voy a ir al hospital en Madrid para ver qué me pasa. Llevo nueve días sin mejorar y no es normal. Cuando me enfermo me dura tres o cuatro días, no más. Nunca me sentí peor en mi vida. No sé si son anginas o qué. Lo único que puedo decir es que no puedo tragar porque tengo la garganta inflamada. No puedo comer. Tuve que comer comida para bebé. Y tengo dolores de cabeza por eso. Gané por todas las inyecciones. Dentro de mí sólo hay medicación".