Apareció un cadáver en el barrio de Ñuñoa, Santiago de Chile. Un reciclador de basura encontró una valija y la arrastró un par de cuadras. Cuando la abrió, en el interior había restos humanos de una de las dos falsas monjas.
La policía, una vez que revisó las cámaras de seguridad del lugar durante la investigación, encontró imágenes de una monja que arrastraba la misma valija que encontró el reciclador.
En el video se ve a una de las monjas, que identificaron como Lorenza Patricia Ramírez Barrera, de 80 años. Los restos humanos dentro de la valija correspondían a Erica Alejandra Fernández Mora, de 59 años. Según lo estimado, el crimen habría ocurrido hace 6 meses, por el grado de descomposición del cuerpo.
Una vez que indagaron, se pudo establecer que no se trató de un asesinato sino de un pacto entre las dos religiosas para acompañarse más allá de la muerte.
Ramírez Barrera declaró el martes pasado y contó que los restos son de Fernández Mora, una monja que murió en abril de 2023 producto de un cáncer que no se trató, y contó que había realizado un pacto con la fallecida, en el que habían tomado el compromiso de no denunciar si alguna de las dos moría.
"Aquí hubo un pacto. La persona fallece hace un año atrás y la otra la mantiene desde ese tiempo en una maleta por el cariño que le tenía", relató a la prensa el subprefecto Juan Fonseca.
Y agregó: "Habían hecho un compromiso entre las dos: que ninguna de las dos iba a denunciar si fallecían. Ella informa y se refiere a este pacto en el sentido de que ellas no se iban a denunciar y no iban a realizar inscripción, y que se iban a cuidar una a otra hasta el último de sus días".
Fernández falleció en su casa y, cumpliendo con el pacto sellado entre ambas, Ramírez fue hasta la casa de su pareja, y la metió en una valija y se la llevó a su domicilio. "Quería cuidarla y respetar su pacto", señalan las autoridades.
El caso se complejiza después de la información que aportó el Arzobispado de Santiago: ni Ramírez Barrera ni Fernández eran monjas. "La mujer adulta mayor no es religiosa, ni pertenece a un instituto de vida consagrada de la iglesia católica. Su hija sí es religiosa y vino desde Italia, hace poco tiempo para cuidarla", dijeron desde la Arquidiócesis. Ramírez fue detenida e imputada por inhumación ilegal, pero quedó en libertad.