En estas últimas semanas la "vacunación" ha ganado nuevamente la agenda pública nacional, tanto si se trata de prevenir el dengue en humanos como la fiebre aftosa en vacunos. Pero la discusión no la llevaron adelante epidemiólogos, médicos o especialistas. No. Porque el debate no es sobre la salud pública, sino una cuestión comercial y/o política.
Acá podemos ver la reflexión de la Diputada Nacional, Lilia Lemoine, sobre los mosquitos, el kirchnerismo y la aplicación de una eventual vacuna contra el dengue.
En este otro recorte televisivo del mismo canal y el mismo programa, Federico Sturzenegger, aún sin cargo oficial, explica que en "la Argentina no se puede importar la vacuna contra la fiebre aftosa", afirmando además que "el precio de la vacuna en Argentina es cinco veces el precio internacional".
Y, obviamente, también se debe mencionar el lobby de un empresario argentino, que estuvo trabajando mucho en estos últimas semanas. Bueno... en realidad desde hace meses, con el primer caso positivo de Encefalitis Equina en el país, pero ese es otro tema.
Estamos hablando de Diego La Torre, que tiene nombre para protagonizar El Zorro pero que es CEO y presidente del laboratorio Tecnovax, que repartió a diestra y siniestra entrevistas, explicando la necesidad que tenía la Argentina de importar vacunas contra la fiebre aftosa.
El resultado
La mesa ya casi estaba servida. ¿Qué faltaba? Un reclamo, uno que obre de impacto y necesidad, llevando el tema a la práctica actual. Ahí estuvo al pie del cañón la Mesa de Enlace del campo argentino, quejándose en un comunicado por los altos precios de la vacuna.
El tema se instaló, el empresario voló lejos con los medios, el monje negro metió unas máximas en TN para indignar a la gente, la cosplayer explicó por qué no sirve de nada vacunarse ahora contra el dengue y listo. Unos pocos a comer de este maravilloso plato llamado ARGENTINA.
Hoy por la mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que "se modificará la dosis de la vacuna aftosa para el ganado bovino, para que pase de ser tetravalente a bivalente. Es un beneficio para 200 mil productores que ya no van a depender del precio de un solo laboratorio y van a tener un costo menor". ¿Y contra el dengue? No hubo anuncios.
¿Importa que Sturzenegger o Adorni hayan mentido? Parece que no. ¿Tiene importancia que la Argentina exporte vacunas contra la fiebre aftosa y no tenga necesidad de importarlas? No, tampoco. ¿La salud pública? Bien gracias. ¿Los argumentos para tomar la decisión? Ninguno.
Casos de dengue y fiebre aftosa
Usted se preguntará acá, ¿por qué tanta historia con la vacuna contra la fiebre aftosa y tan poquito con la del dengue? ¿Será que hay muchos casos positivos de aftosa y pocos de dengue? No, nada de eso. De acuerdo al último Boletín Epidemiológico Nacional (N°:698), hay más de 232.000 casos positivos confirmados de dengue y ya murieron más de 160 personas durante 2024.
¿Y aftosa? Cero. El último reportado fue en 2006, en Corrientes, hace casi 20 años. Entonces... ¿Por qué está en la agenda política y mediática el tema de la vacunación contra la fiebre aftosa? Por plata mis amigos, solamente por plata. Y como dice siempre el señor Reynaldo Sietecase en Radio con Vos, "no seremos el medio más grande de la Argentina, pero acá, te contamos la verdad".
Un mundo llamado Argentina
Cuando la enfermedad reapareció en la Argentina en 2001, tras seis años sin vacunar, el Senasa reglamentó el Plan de Erradicación de la Fiebre Aftosa (Resolución 5/2001). Se estableció así la obligación de vacunar (dos veces) a todos los bovinos del país que estén al norte del Río Negro. En otoño/invierno, dependiendo de la región, se hacía una primovacunación y ya cerca del veranito, se hacía una revacunación.
Como es lógico, la normativa fue cambiando con el tiempo. Así, por ejemplo, la Patagonia Norte (territorio entre el Río Negro y el Río Colorado) ya no necesitó vacunación y por ello toda la Patagonia mantiene actualmente el estatus internacional "libre de fiebre aftosa sin vacunación". La envidia del resto del país.
Pero acá hay una cuestión técnica importante. La cepa de aftosa que apareció en la Argentina cuando Fernando de la Rúa aún era presidente, se llama "A2001". Era y es tan rara que ni la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) la tiene como un vector primario, ya que enumera otros siete tipos de cepas. ¿Entonces? La vacuna que se aplica en la Argentina es diferente a la que se suministra en el resto de los países del Latinoamérica.
Mientras en la Argentina se usa una vacuna tetravalente, lo cual quiere decir que contiene cuatro cepas del virus (A2001, A24, O1 y C), en países como Brasil, por ejemplo, son bivalentes (A24 y O1). Por obvias razones, Brasil no necesita la de cuatro y a la Argentina no le "sirve" la de dos.
Por esta misma razón es que el señor Federico Sturzenegger miente. Porque no existe ninguna prohibición para importar vacunas contra la aftosa, solo que el Senasa exigía hasta hoy, que contenga las cepas que alguna vez estuvieron presentes en la Argentina, o sea, una vacuna tetravalente, no cualquiera.
Mercado y costos
En nuestro país hay solo dos laboratorios que pueden fabricar estas vacunas tetravalentes. Biogénesis Bagó, que produce cerca del 60% y CDV (Centro Diagnóstico Veterinario), que hace el otro 40%. Con la obligatoriedad de vacunar y, con solo dos oferentes en la cancha, está claro que juntos conforman un oligopolio. Acá se entiende la mentira de Adorni, porque no hay una sola empresa que pone el precio.
Entonces... ¿Estos dos están entongados y la vacuna sale una fortuna? No. Creer o reventar, en esta primera campaña de vacunación, la dosis de la vacuna costó $550. Si a eso le sumamos los gastos operativos, aplicación, financiación y reposición, la vacuna tiene un costo de aproximadamente $1.600.
Sí, está leyendo bien. Aplicar la vacuna no sale ni la mitad de lo que cuesta un queso rallado o un paquete de yerba de un kilo. Pero en lugar de hacer esta comparación forzada, vayamos al animal en cuestión. Tomando como referencia la última cotización disponible del Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG), aplicar la vacuna no cuesta ni un kilo de un novillito ($2.015 - 09/04/24).
Vamos a hacer una cuenta irregular. Un novillito tiene una edad promedio dos años, o sea, se dio cuatro vacunas contra la aftosa (4x$1.600=$6.400). Supongamos que pesa 390 kilos (390x$2.015=$785.850). Esto quiere decir que la inversión para prevenir un brote de fiebre aftosa, en el campo propio y en el país, es de 0,8% por novillito. Y eso que tomamos el precio de la última dosis de la vacuna, porque en realidad es menos.
Obviamente el productor ganadero que está leyendo esto está renegando, porque no tiene solo un animal en su producción y tampoco es la única vacuna que aplica. Pero al menos, en lo que respecta a la aftosa, queda claro que la inversión en la salud del animal no representa ni el 1% del valor de venta.
Los miserables de siempre
En esta eterna nota quedó claro los intereses y objetivos del gobierno nacional y sus allegados. En menos de 24 horas se modificó una norma que tiene más de 23 años de vigencia en el país y que ha logrado erradicar la fiebre aftosa de nuestro territorio.
Con el objetivo "de no depender del precio de un solo laboratorio", como erróneamente dijo Adorni, se simplifica la vacunación y se pone en riesgo el estatus sanitario argentino conseguido con mucho esfuerzo por miles de productores y trabajadores del Senasa durante décadas.
El operator La Torre, consiguió lo que quería. No invertir un solo peso e importar las vacunas que le sobran a Brasil, ya que varios Estados decidieron dejar de vacunar. Imaginamos que Tecnovax, con este altruismo tan imponente que demostró tener, le pondrá un precio muy bajo a la dosis y no hará lo mismo que con la vacuna de Encefalitis Equina, que la vende a $3.906 + IVA (ocho veces más de lo que se vendió la de aftosa hace unos meses).
¿Y para el dengue? ¿Se van a importar más vacunas para que baje el precio? No, creer o reventar, en la Argentina actual vale más un negocio o la vida de un bovino que la de un humano. Y que mala suerte che, porque las penas son de nosotros y las vaquitas son ajenas.
