El cofundador de FTX y "gurú" del mundo de las criptomonedas, Sam Bankman-Fried (32), fue condenado a 25 años de prisión federal y a devolver más de 11.000 millones de dólares por su condena por cargos relacionados con fraude y lavado de dinero.
Si se tiene en cuenta que Fried enfrentaba hasta 110 años de prisión, se podría decir que la sacó barata. Los fiscales pidieron una sentencia de 40 a 50 años, mientras que los abogados de Bankman-Fried solicitaban seis años y medio.
Conocido por el apodo "SBF", Bankman-Fried usó sin consentimiento los depósitos de los clientes de la plataforma para hacer transacciones de riesgo en su fondo de cobertura, Alameda Research.
Según concluyó el jurado, el dinero desapareció porque Bankman-Fried había elaborado un fraude por el que miles de millones de dólares de los fondos de los usuarios fueron a parar a Alameda y se utilizaron para financiar operaciones de alto riesgo, apuestas de riesgo, amortización de deudas, préstamos personales, donaciones políticas y una vida fastuosa en las Bahamas.
En un primer momento, el gurú de las cripto negó haber cometido fraude a sabiendas y alegó que él y su imperio fueron víctimas de las caídas del mercado en 2022.
Pese a que el cofundador de FTX terminó “lamentando lo ocurrido” por el hundimiento de la compañía, el juez de la causa desestimó su declaración asegurando que no estaba realmente arrepentido. “Existe el riesgo de que este hombre esté en posición de hacer algo muy malo en el futuro”, aseguró el juez.
FTX fue una de las mayores plataformas de criptomonedas del mundo y llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares, pero se hundió en noviembre de 2022 después de que muchos usuarios retiraron sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía.