La Audiencia de Barcelona acordó por mayoría y con el voto particular de un magistrado ponerle una fianza a Dani Alves para que, en caso de abonarla, quede en libertad provisional, mientras espera que sea firme su sentencia por abuso sexual.
La fianza será de un millón de euros y, en caso de que el futbolista la pague, el tribunal le sacará sus dos pasaportes -español y brasileño- para evitar que se escape. No solo esto, sino que tendrá prohibido acercarse o contactarse con la víctima y tendrá la obligación de presentarse semanalmente en el juzgado.
Inés Guardiola, la abogada del exfutbolista de la Selección de Brasil, fue quien pidió la libertad provisional de su cliente, ya que cumplió una cuarta parte de la condena de cuatro años y medio de cárcel que le impusieron. “Creo en la Justicia, no me fugaré”, señaló Dani Alves.
El tribunal argumenta en su resolución que conviene recordar que la función de la prisión provisional no puede ser en ningún caso la de adelantar los efectos de una hipotética pena que pudiera serle impuesta al acusado o la de impulsar la investigación del delito u obtener pruebas o declaraciones, "ya que con tales fines la privación de la libertad excedería de los límites constitucionales reconocidos en el artículo 17 de la Constitución Española”.
En este contexto, los magistrados valoran que “la pena finalmente impuesta se ha reducido de forma ostensible” a las solicitadas por las acusaciones: 12 años la acusación particular y 9 por parte de la Fiscalía. No solo esto, sino que el lateral brasileño además lleva cumplidos 14 meses de forma preventiva, que se podrían prorrogar “de persistir las circunstancias que motivaron su dictado, hasta la mitad de la condena impuesta, periodo en el que difícilmente podrá llegar a alcanzar firmeza la sentencia”.
