Un informe de Unicef advirtió que, de continuar las políticas actuales sin ningún cambio, la pobreza infantil escalará al 70% en este primer trimestre de gobierno al tiempo que el país estará frente a una “crisis profunda” con repercusiones que se sostendrán a lo largo de generaciones. Unicef interrumpe en la agenda con una advertencia: cada vez hay más chicos y más chicas que viven bajo la línea de pobreza.
Los datos refieren a la situación de las infancias en el 2023 y advierten que de seguir con estas políticas de ajuste, la pobreza infantil estará rondando el 70% en marzo del 2024 y la indigencia el 34%.
Todo ello en un marco atravesado por fuertes recortes en el presupuesto público, con partidas con nula o muy poca ejecución, que hacen que las niñas y niños de Argentina estén entre quienes más sufren el modelo en marcha.
Con datos a febrero, la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar apenas llegaron a representar el 40% de una Canasta Básica Alimentaria y el 20% de la Canasta Básica Total, para una sola persona, en un contexto de desregulación de precios en alimentos, medicamentos, transporte y alquileres a través del DNU 70/2023 que aún sigue vigente, y con una canasta de costos de crianza que midió -al menos- cinco puntos por arriba de la inflación.
“De mantenerse las tendencias actuales, la prevalencia de la pobreza monetaria en la niñez y la adolescencia para el primer trimestre de 2024 alcanzaría valores en torno al 70%, mientras que la indigencia llegaría al 34%, con repercusiones en el bienestar actual y de largo plazo” alertó en la presentación del informe Sebastián Waisgrais, Especialista en Inclusión Social y Monitoreo, miembro de la organización.
“De mantenerse las tendencias actuales, la prevalencia de la pobreza monetaria en la niñez y la adolescencia para el primer trimestre de 2024 alcanzaría valores en torno al 70%, mientras que la indigencia llegaría al 34%, con repercusiones en el bienestar actual y de largo plazo”
La decisión de Pettovello de descentralizar el presupuesto para los comedores sociales, que llega a los 80.000 mil millones de pesos, y pasar a que la entrega de alimentos secos, que antes coordinaba el Ministerio de Desarrollo Social con organizaciones sociales como la UTEP o Barrios de Pie, ahora se haga a través del Programa Alimentar Comunidad, agrava la situación, porque todavía se está realizando el relevamiento de comedores habilitados.