Desde Cancillería citaron a la embajadora del Reino Unido en Argentina, Kirsty Hayes. El secretario nacional de Relaciones Exteriores, Leopoldo Sahores, fue el encargado de invitarla para transmitirle “la preocupación” del gobierno por la fuerte ofensiva política que está ejecutando el Foreign Office en las Islas Malvinas.
Según el medio digital Infobae, esta mañana se reunieron la embajadora Hayes, el vicecanciller Sahores y la Secretaria de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en el piso 14 del Palacio San Martín. Durante 40 minutos, "se transmitió las preocupaciones generadas por la reciente visita del Secretario Cameron a las Islas Malvinas y las iniciativas y anuncios realizados en las últimas semanas”.
Por su parte, la diplomática británica escuchó los reclamos y remarcó la posición de su gobierno con respecto a las Islas del Atlántico Sur. Una vez terminada la reunión, Kirsty Hayes volvió a su oficina para comunicarse con las autoridades en Londres e informarles sobre el encuentro.
Diana Mondino tiene su estrategia diplomática con Reino Unido, respaldada por el mandato constitucional sobre las Malvinas y una frase explicitada por el Foreign Office a través de un comunicado oficial después de la reunión que tuvo David Cameron con Javier Milei en Davos.
"Agree to disagree" (estar de acuerdo en no estar de acuerdo), dice el comunicado. Los británicos dicen que solamente sería posible mantener relaciones fluidas con Argentina si se pone "entre paréntesis" la discusión por la soberanía de las Malvinas.
Durante una cena en el programa de Mirta Legrand, la conductora le preguntó a la canciller sobre los pensamientos de Cameron en cuanto a las Malvinas. Mondino contestó exactamente eso: "Te lo digo en inglés. We agree to disagree, estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo".
Paralelamente Mondino sigue intentando evitar que la relación entre Argentina y el Reino Unido no se vea solamente relacionada a la polémica por las Islas. Ambos países trabajaron en conjunto para identificar a los soldados desconocidos enterrados allí y buscan seguir dialogando en lo que tenga que ver con comercio y cultura. Gran Bretaña, sin embargo, no da el brazo a torcer en su posición geopolítica.
