Preparar una buena milanesa es todo un arte. Si bien cada persona tiene sus propias técnicas y trucos, hay una lista de secretos infalibles que te van a permitir preparar las mejores milanesas que probaste en tu vida.
Las milanesas son un plato sumamente versátil, que queda bien con absolutamente cualquier acompañamiento o guarnición. De carne, de pollo, de pescado y hasta de berenjena, esta comida es un manjar en cualquiera de sus versiones.
Si bien no parece tener demasiados secretos, saber preparar una buena milanesa de carne es una habilidad que es importante desarrollar. ¿Cuáles son, uno por uno, los trucos para preparar la mejor milanesa?
Los secretos para hacer una milanesa riquísima
- Elegir un buen corte de carne: por lo general, se eligen los más magros, con menos grasa pero también con menos tendones, para que no sea difícil de masticar. Entre los más elegidos se encuentran la bola de lomo, el peceto y la nalga.
- "Golpear" la milanesa: si bien hay discusiones al respecto, lo cierto es que, al golpearla, se la vuelve más fina y se logra que se rompan fibras que -de otra forma- habría que romper con la boca.
- Marinar la milanesa: si bien hay distintas variantes, la más clásica y efectiva consiste en usar una mezcla de huevo, ajo, perejil y mostaza. El momento del marinado es también el del salado de la carne.
- Realizar un buen rebosado: se debe usar el clásico pan rallado y evitar a toda costa el llamado "rebosador", salvo que una alergia alimentaria (como la celiaquía) impida usar pan rallado.
- No hacer doble empanado: esto se suele hacer para que las milanesas pesen más con menos carne pero no es recomendable ni le aporta nada de sabor extra.
- No apilar las milanesas una sobre otra, ya que esto "despega" el pan rallado de la carne.
- Dejar reposar la milanesa por 10 minutos a temperatura ambiente antes de cocinarla.
- Cocinar en aceite caliente (si se hacen fritas) y bajar la temperatura del aceite los últimos minutos. En caso de hacerse al horno, evitar la sobrecocción.
