Durante su participación en Expoagro, Javier Milei sostuvo que en la administración anterior “se almorzaba y cenaba con champagne Cristal todos los días”, cosa que Alberto Fernández salió a desmentir en redes sociales. Apenas media hora más tarde, el expresidente publicaba una breve disculpa en su cuenta de Twitter.

“Hay un libro de Friedman con su esposa que se llama Libres para elegir y en un capítulo habla de las cuatro formas de gastar. Usted puede gastar su dinero en usted o en otros y el dinero de otros en usted o en otros”, comenzó Milei ayer, acompañado por José Luis Espert.

A continuación, comenzó a referirse a los gastos que supuestamente generaba el Gobierno anterior para contrastar con su propia austeridad. “Cuando gasta el dinero de otros en usted, ahí comen en el restaurante más caro o por ejemplo se gastan un palo verde por mes yendo en helicóptero a todos lados, el que yo no uso. Uno de los tantos ahorros. Podés cortar la calidad en la comida también”, enumeró.

“Porque en la administración anterior, en donde estoy viviendo, se almorzaba y cenaba con champagne Cristal todos los días. Si vienen a la Quinta, no los voy a recibir así. Lo único exótico que les puede ofrecer es el Keter que tomo en Shabat, es un jugo de uva para los que no tomamos alcohol”, se jactó el presidente mientras tanto él como Espert se reían.

Pasadas las doce de la noche de este miércoles, Alberto Fernández se hizo eco de los dichos de Milei en Twitter con una captura del portal Infobae que citaba los dichos del mandatario en el evento. “Esto es una mentira. Espero que quien lo ha dicho lo desmienta de inmediato”, escribió.

A las 00:45, Milei acató con un breve tuit: “Me dicen que la información acerca del consumo de champagne en Olivos en la anterior administración era incorrecta. Disculparse cuando uno se equivoca es lo que corresponde”.

Tras la disculpa de Milei, Alberto Fernández volvió a tomar la palabra esta mañana y aprovechó para criticar la actitud agresiva que caracteriza al presidente. "Valoro la retractación. Descalificar al adversario imputándole falsedades solo degrada a la política. Sería mejor corregir el rumbo y abandonar el discurso del odio", escribió el exmandatario.