En medio de la disputa que mantiene la Nación con las provincias por los fondos de distintos fideicomisos, Milei tiene pensado emitir un decreto para dejar esos fondos bajo el control del Ministerio de Economía que conduce Luis Caputo.

De esta manera, el titular de Hacienda seguirá sumando poder dentro del Gabinete, mientras intenta retomar el diálogo con los gobernadores. Los fondos fiduciarios financian distintos proyectos con dinero que queda por fuera del Presupuesto que aprueba el Congreso.

El propio Milei había denunciado que los fideicomisos eran "cajas negras de la política". “Son todas cajas negras de la política. Eso hay que terminarlo. Eso pone muy nervioso a muchos. Hay muchos agentes de la política que viven de eso”, dijo en una entrevista.

El decreto que tiene pensado Milei se da luego de que la actual gestión se percatara que solamente nueve de de estos fideicomisos se pueden eliminar con la sola firma del presidente. Para el resto, necesita una ley.

Al mismo tiempo, desde Casa Rosada dijeron que es difícil terminar con estos financiamientos ya que algunos de ellos se destinan a obras de infraestructura que aún están en ejecución. De ahí que diera marcha atrás con la posibilidad de eliminarlos directamente y ahora se decida para dejarlo en la órbita de Caputo.

En ese sentido, en lugar de eliminarlos, la idea del Gobierno es tenerlos controlados y poder manejar el circuito del dinero en cuestión. Esto lo lograrán con un decreto único que publicarán en el Boletín Oficial y que designará al ministro de Economía como el fiduciario de todos los fondos existentes, quitándole el control a los actuales fiduciarios, que por lo general son los vicegobernadores o algún otro funcionario de la provincia beneficiada.

Qué es un fideicomiso

Técnicamente, un fideicomiso es un instrumento legal que involucra a tres partes: el fideicomitente, el fiduciario y el beneficiario. El primero es aquella persona que le transfiere cierta propiedad al segundo, el cual la gestiona de acuerdo a los términos establecidos en el contrato para favorecer al desginado como beneficiario.

En la práctica, distintos mandatarios provinciales y gobiernos nacionales lo utilizaron en distitntas oportunidades para financiar diferentes proyectos, especialmente de obra pública. Se trata de un mecanismo que tiene menos controles y cuyos fondos no están contemplados en el presupuesto anual que aprueba el Congreso.