"Hay cosas que no pasan todos los días y que cuando pasan son el eco de una época". El domingo, Federico Sturzenegger, responsable del DNU, la Ley Ómnibus, y del megacanje de deuda de Cavallo en 2001, fue mal recibido en la cancha de Gimnasia. "A quienes surgimos a la vida política y a la vida adulta durante la crisis de la convertibilidad, a fines de los 90s, el año 2001 nos marcó muchísimo", repasa Bercovich. "Esto recuerda al 2001".

El 2001 fue un año "en el cual contradictoriamente se manifestaron un montón de cosas, la frustración de varios años acumulados de crisis, de una desocupación lacerante... todo el tiempo la idea presente de caerse del sistema, de no tener más, se manifestaba esa penuria económica con un hartazgo muy nítido respecto del sistema político", comenta en Pasaron Cosas de Radio Con Vos.

Después del menemismo, como sociedad "nos inoculaba una sensación de impotencia, una sensación de que votaras lo que votaras venían los mismos. Apareció De la Rúa y Cavallo, a quien se había repudiado con el voto en contra del menemismo en aquel '99. Aparecía también Sturzenegger, el que fue el del blindaje pero que había sido antes el de las negociaciones de la deuda con Cavallo".

Ayer en la cancha de Gimnasia los hinchas le dedicaron varios minutos de silbidos a Sturzenegger y le dejaron bien en claro que no era bien recibido: "Se lo ve pararse en la platea cuando el canto se hace más tupido", mientras la gente coreaba "Sturzenegger la puta que te parió".

El clima de descontento político en el estadio se sumó a lo que sucedió en la marcha del viernes pasado, convocada por las organizaciones sociales, en reclamo de asistencia alimentaria. Un policía intervino cuando uno de los manifestantes comenzó a gritar enérgicamente diciéndole "señor, cálmese, estamos todos en la misma".

"Ya lo dijo Marx, la historia no se repite mecánicamente, pero de repente aparecen fogonazos del pasado que nos despiertan respecto de hasta dónde hemos tocado fondo con esta crisis".