Milei viajó a Washington para participar de la CPAC, la conferencia que reúne a los principales referentes conservadores del mundo. Allí habló tras el discurso de Trump y Eduardo Bolsonaro, y aseguró: "No nos vamos a rendir en hacer a Argentina grande nuevamente". Tras ello, el auditorio estalló en aplausos.
Con el mismo tono que utilizó en su presentación en el Foro de Davos, Milei habló en contra de la justicia social y el socialismo, y se refirió a la agenda del "posmarxismo" y del "aborto" como los nuevos enemigos a combatir.
"No dejen avanzar el socialismo. No avalen la regulación. No avalen la idea de los fallos de mercado. No permitan el avance de la agenda asesina del aborto. Y no se dejen llevar por los cantos de sirena de la justicia social", expresó.
Sobre el cierre, indicó: "Yo vengo de un país que compró todas esas ideas estúpidas y de ser un país de los más ricos del mundo está en el lugar 140". Y concluyó con su muletilla de campaña: "¡Viva la libertad carajo!".
Milei desentonó en la cumbre y aburrió al público
Luego de ello, Milei subió al escenario y comenzó a hablar. El libertario intentó brindar una clase de economía, refiriéndose a los óptimos de Paretto, la teoría de la población de Malthus y las ideas de Hayek.
Sin enmbargo, en comparación al encendido discurso de encendido de Trump, a puro show y comedia, Milei realizó una permormance aburrida. Su prédica en clave académica hizo que el público no supiera cuándo aplaudir y gritarle, a pesar de su intención de hacerlo.
A pesar de haber sido recibido como un rockstar, Milei dio un discurso apagado. Fue sobre el final que logró levantar a la gente, cuando habló contra el socialismo, el aborto y en defensa de la libertad.