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Policiales

El escalofriante testimonio de la mamá del motochorro asesinado: "Tuve que limpiar su cuerpo"

motochorro

Marcela Liliana Miño, la madre del motochorro de 21 años que asesinaron en Virrey del Pino, no se sorprendió cuando recibió la llamada y le contaron que su hijo había sido asesinado por la policía de un disparo en la cabeza. Lejos de esto, la mujer señaló que ya le había advertido varias veces que pare con esa forma de vivir. "Con la vida que llevaba, era cuestión de días que esto pasara", sostuvo.

Sin embargo, hay algo que no puede dejar pasar. Marcela expresó su consternación al contar el traslado del cuerpo de su hijo desde Puente Doce hasta la morgue de Lomas de Zamora. La madre del motochorro asesinado describió el lugar como sumamente descuidado. Una vez que recibió el cuerpo decidió llevarlo a la cochería Nuestra Señora del Valle.

Tanto ella como sus amigos denunciaron una serie de irregularidades que experimentaron durante este proceso. Sus testimonios resaltan la necesidad de una atención más rigurosa y respetuosa en momentos tan sensibles, exponiendo la importancia de una gestión adecuada en situaciones de pérdida y duelo. En ese sentido detalló: "Comencé a preparar a mi hijo, lo limpié, no quería que me lo toquen más".

Por si fuera poco, durante el velorio surgieron inquietudes sobre la conservación del cuerpo. Ante esta preocupación, consultaron a los responsables de la cochería si disponían de un espacio refrigerado para preservar dignamente los restos de su hijo. Al día siguiente cuando regresaron para seguir con el sepelio, encontraron el cuerpo de su hijo en avanzado estado de descomposición.

"Dejaron que mi hijo se pudra como un perro", indicó Marcela. Debido a la ausencia de respuestas por parte del personal de la cochería, la indignación y el malestar entre los presentes comenzaron a intensificarse.

La falta de transparencia y la negativa a asumir responsabilidades por parte del dueño de la empresa solo sirvieron para indignar aún más a la mujer. "El dueño no dio la cara y yo quiero escracharlo", dijo mientras reflejaba la profunda frustración y la necesidad de justicia.

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