A medida que las economías mundiales se hacen más interdependientes, el riesgo cambiario (o riesgo FX) se ha convertido en un grave problema para las empresas multinacionales. Los cambios en el valor de la moneda nacional de una compañía en comparación con cualquier otra divisa pueden tener un efecto importante en los resultados finales. 

Pero las empresas no están de brazos cruzados, sino que se preparan y utilizan nuevas estrategias para reducir el impacto del riesgo cambiario. En este artículo averiguamos qué estrategias están utilizando para conseguirlo. Los traders profesionales conocedores del arriesgado mundo del trading apalancado de divisas seguramente ya conocerán mucha de la información aquí presentada. Quién quiera aprender más sobre la relación entre las empresas y el forex puede acompañarnos en este artículo.

Diseccionando las características del riesgo cambiario

La posibilidad de que el valor de una inversión fluctúe en base a las variaciones de los tipos de cambio es lo que se conoce como riesgo FX en el mundo del forex. Utilizar una divisa distinta de la empleada en los estados financieros básicos de la empresa para transacciones, inversiones u operaciones comerciales puede provocar este tipo de riesgo. 

En este sentido, una empresa estadounidense con operaciones en Europa, por ejemplo, sería vulnerable a las fluctuaciones del tipo de cambio EUR/USD, o de cualquier otra operación de forex. Como resultado, cuando se conviertan de nuevo en moneda local, los ingresos o activos extranjeros valdrán menos si la moneda nacional se fortalece en relación con las divisas extranjeras. 

En estos casos, el valor de los activos o beneficios obtenidos en el extranjero aumenta cuando cae el valor de la moneda nacional. Y como nos podemos imaginar, la rentabilidad de una empresa, así como su capacidad para hacer predicciones precisas y aplicar planes a largo plazo, pueden verse gravemente afectadas por este tipo de inestabilidad financiera.

Medidas estrictas para minimizar la exposición al riesgo cambiario

El riesgo de divisas es algo normal y cotidiano en el sector financiero, pero hay varias formas de reducir la vulnerabilidad ante él. Si quieres saber más sobre este tema, los siguientes son ejemplos de instrumentos que se utilizan con frecuencia para mitigar el riesgo del cambio de divisas:

• Tener un contrato a plazo se refiere a crear un acuerdo entre las partes involucradas en un negocio para realizar transacciones a un tipo de cambio predeterminado en el futuro. De este modo, la empresa puede asegurarse el precio futuro de compra o venta de una divisa y protegerse de posibles pérdidas causadas por las variaciones de los tipos de cambio.
• Las empresas pueden intercambiar sus flujos de caja en una divisa por otra en un plazo determinado mediante swaps, que son un tipo de instrumento financiero. De este modo, pueden protegerse de las pérdidas causadas por las variaciones entre los valores de diferentes divisas.
• Divisas alternativas: Estas opciones ofrecen la oportunidad, pero no la necesidad, de comprar o vender una divisa en una fecha determinada a un tipo de cambio predeterminado. La empresa puede optar por no ejercer la opción si el tipo de cambio es más beneficioso en el momento de la transacción, lo que proporciona protección frente a oscilaciones desfavorables del tipo de cambio.
• Los contratos para la compra o venta futura de una determinada cantidad de una divisa a un precio acordado se conocen como futuros de divisas. Aunque los contratos a plazo y los futuros de divisas son conceptualmente idénticos, estos últimos se negocian en mercados más estructurados y organizados.

Por último, el uso de la moneda local para la facturación o el establecimiento de una reserva de capital denominada en moneda extranjera son otros métodos para mitigar el riesgo de divisas que van más allá del alcance de estos instrumentos. Las empresas preocupadas por el riesgo FX pueden utilizar todas estas medidas para salvaguardar sus activos frente al riesgo cambiario.

Un último consejo: estar alerta frente a los posibles cambios

Por último, y sin importar qué más hagan para protegerse, las empresas deben estar alerta y preparadas para afrontar los riesgos cambiarios si quieren evitar grandes disgustos. Para ello, primero hay que identificar su exposición al riesgo FX y luego formular una estrategia para hacer frente a las variaciones adversas que pueden llegar a producirse dentro del mercado de divisas.

Y por supuesto, si estás al mando de una compañía que pueda verse afectada por el riesgo FX, y siempre que tomes una decisión financiera, ten en cuenta la volatilidad e incertidumbre del mercado de divisas. Lo más importante es que seas consciente de los posibles riesgos, y que tomes las acciones necesarias para proteger tus assets en cualquier situación a la que os podáis enfrentar.

En cualquier caso, cuando se hacen negocios a escala mundial, el tipo de cambio es una consideración importante que puede afectar en gran medida al resultado final. En consecuencia, para salvaguardar los activos y optimizar los ingresos, es fundamental que las organizaciones comprendan y gestionen adecuadamente las consecuencias que este puede tener para sus activos y para su hoja de gastos y beneficios.