El solomillo es una de las piezas más preciadas del cerdo y de los cortes que mejor quedan a la parrilla. Estos trucos para prepararlo te van a permitir sacar la mejor versión y comer un plato delicioso en pocos pasos.
Este corte se caracteriza por su ternura, sabor y jugosidad. Estas características lo vuelven ideal para la parrilla. Además, su bajo contenido en grasa lo convierte en una opción más saludable que otras carnes rojas.
La cocción a la parrilla aporta a las carnes un sabor ahumado único e irresistible. Para que el solomillo de cerdo a la parrilla quede espectacular, hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes. ¿Qué es lo que sí y lo que no hay que hacer?
Los sí y los no del solomillo de cerdo a la parrilla
Los sí
- Elegir un solomillo de calidad: Busca carne de un color rosado intenso, con una textura firme y sin exceso de grasa.
- Marinar el solomillo: Un buen marinado aportará sabor y ayudará a que la carne quede más jugosa. Podés usar una mezcla de aceite de oliva, hierbas aromáticas, especias y cítricos.
- Precalentar la parrilla a fuego fuerte: Esto ayudará a sellar la carne por fuera y evitará que pierda jugos.
- Cocinar el solomillo a punto medio: La carne de cerdo debe quedar ligeramente rosada por dentro para que conserve su jugosidad.
- Dejar reposar la carne unos minutos antes de cortarla: Esto permitirá que los jugos se redistribuyan y la carne quede más tierna.
Lo que no hay que hacer
- Cocinar el solomillo demasiado tiempo: La carne se secará y perderá su sabor.
- Pinchar la carne mientras se cocina: Esto hará que pierda jugos y se seque.
- Cortar la carne inmediatamente después de cocinarla: Es importante dejarla reposar unos minutos para que los jugos se redistribuyan.