Tras el fracaso de la ley ómnibus, hay incertidumbre en el Congreso. Y es que no se sabe si Javier Milei inaugurará o no en el recinto un nuevo período de sesiones ordinarias el 1 de marzo, ya que diferentes legisladores de bloques parlamentarios recibieron el adelanto por mail que el presidente “está evaluando no dar el discurso inaugural ante la Asamblea Legislativa”. Se podría repetir lo sucedido el día de la jura y la toma de posesión, afuera del Congreso, cuando habló de espaldas a los diputados y senadores.
El próximo 15 de febrero (se puede extender hasta el 29) finaliza el período de sesiones extraordinarias que habilitó por decreto el Presidente con un resultado magro. El Gobierno esperaba sancionar en este tiempo la ley ómnibus, “Bases y puntos de partida para la Libertad de los argentinos”, que se cayó en el debate en particular (se aprobaron solo seis artículos y varios de ellos de manera negativa para LLA). Desde ese momento, Milei considera a la mayoría de los legisladores traidores u opositores.
“Milei abrió en el Congreso un nuevo frente de conflicto. Les dijo varias cosas en este último tiempo y los eligió como enemigos. Y siempre que pueda lo va a demostrar. Como son la casta que no aprobaron la ley y ya dijo que no iba a mandar más proyectos está pensando en volver a tener un discurso fuera del edificio, nuevamente de espalda a los legisladores”, explicó a Infobae una fuente de la Casa Rosada.
La apertura de sesiones ordinarias del Congreso es el acto institucional más importante de la República, porque en un mismo día y lugar, una vez al año, se reúnen presencialmente las máximas autoridades de los tres poderes del Estado nacional: presidente y vicepresidente, diputados y senadores, y jueces de la Corte Suprema de Justicia. Además de gobernadores, ministros del Gabinete y miembros del cuerpo diplomático, entre otros. Pero, de todos ellos, quien lo encabeza es el presidente de la Nación, titular del Poder Ejecutivo.
Así lo establece la Constitución nacional, en el artículo 99º, sobre Atribuciones del Poder Ejecutivo, inciso 8: “[El presidente de la Nación] hace anualmente la apertura de las sesiones del Congreso, reunidas al efecto ambas Cámaras, dando cuenta en esta ocasión del estado de la Nación, de las reformas prometidas por la Constitución, y recomendando a su consideración las medidas que juzgue necesarias y convenientes”.