Este verano viene de la mano de altas temperaturas y tener un lugar donde refrescarse parece ser la mejor solución para combatir el calor. Esto fue lo que motivó a Soledad, una vecina de La Plata a comprar una pileta de fibra de vidrio relativamente grande, cuyo valor en el mercado ronda los 3 millones de pesos. Pero no llegó a estrenarla, porque unos ladrones la robaron del patio de su casa y la instalaron en un terreno tomado.

El episodio ocurrió hace 10 días, cuando la pileta -de siete metros de largo por tres de ancho- había sido recién instalada y sus dueños habían comenzado a llenarla. Cuando salió de su casa y volvió, la dueña se dio cuenta de que ya no estaba. La víctima del insólito robo decidió hacer la denuncia en la comisaría y la investigación comenzó de inmediato.

Gracias a un relevamiento de testimonios, de las cámaras de la zona y las imágenes aportadas por un dron, se dio con la pileta que estaba instalada y en uso en un terreno tomado en la localidad bonaerense de Los Hornos. Ese predio comprende más de 150 manzanas y está usurpado desde febrero de 2020, en uno de los casos más grandes de la provincia que se mantiene judicializado.

Faltaba, sin embargo, constatar que se tratara realmente de la piscina denunciada. Los policías, con orden judicial en mano, allanaron el sitio. Al acercarse a la pileta -ya casi llena-, encontraron las particularidades señaladas por la dueña quien, además, la reconoció como propia.

La fiscal a cargo del caso pidió la detención del responsable del robo, identificado como Edgardo González, un conocido delincuente de la zona. Como no lo hallaron, ahora está prófugo por el robo de la piscina. 

De todas maneras, se podría decir que el caso tuvo su final feliz. Una vez identificada, los policías subieron la pileta en una grúa y la trasladaron para volver a ser colocada en el mismo lugar del que fue sustraída.