Los argentinos estamos entre los países que más queso consumen. Entre ellos, destaca el queso Gruyere, un ingrediente particular que figura en decenas de recetas populares. ¿De dónde viene y cuáles son sus mejores usos?
El queso Gruyere es un queso firme, que presenta una coloración amarillo pálido y un sabor cremoso, rico y un ligero dejo a nuez. Su principal característica son los pequeños agujeros que se forman por las burbujas de gas que liberan las bacterias que se usan en su elaboración. Sin embargo, tiene menos y más pequeños agujeros que otras variedades de queso suizo.
Elaborado con leche de vaca entera, el queso suizo se estaciona durante seis meses o más. Su sabor depende exclusivamente de su tiempo de maduración: cuanto más tiempo se estacione, más se acentuará y profundizará el sabor a nuez.
De dónde proviene el queso Gruyere
El nombre de este queso proviene de la ciudad suiza de Gruyères, de donde es originario. Los primeros ejemplares de este ingrediente se remontan al 1113, cuando el conde le otorgó el permiso al abad de Rougemont para la fabricación de quesos.
El nombre de “Gruyère” para los quesos hechos en la zona se documentó recién en 1602. En ese entonces, el gobierno de Friburgo regaló a la embajada francesa 14 ruedas de queso, cada una de hasta 35 kilos de peso.
Sin embargo, no fue hasta el 2 de julio de 1992 cuando se creó la Carta del Gruyère, limitando el área de producción a los cantones de Friburgo, Vaud, Neufchatel y Jura, así como a los distritos de Courtelary, Neuveville y Moutier en el cantón de Berna, para asegurar la calidad, identidad y promoción del Gruyère. Hasta entonces, el queso era propenso a las imitaciones porque no había ninguna protección de su origen o calidad.
Con qué se puede acompañar
Con un sabor agradable, gran cremosidad y facilidad para derretirse, el queso gruyere es ideal para decenas de recetas. Si bien sus usos son infinitos, algunos se destacan entre el resto, por ejemplo:
- Comidas al horno: es perfecto para comidas como las tartas, quiches y gratinados.
- Fondue: por su facilidad para derretirse, es el elegido como base a la hora de hacer una fondue de quesos.
- En picadas: el queso Gruyere se puede añadir fácilmente a una tabla de quesos, ya que puede comerse en cuadraditos.
- Croque Monsieur: este sándwich clásico de la cocina francesa se realiza fundamentalmente con este queso.
