Alejandro Papu Gómez dio una entrevista en Italia en la que desclasificó varias anécdotas del plantel campeón del mundo, del que fue marginado tras levantar la copa.
Entre todas, sin embargo, llamó la atención que contara que el plantel usó como mufa una palabra muy tradicional en el fútbol argentino, popularizada por el mismísimo Carlos Salvador Bilardo: "Les gritábamos a todos ‘Quiricocho’, porque es el grito con el que intentamos traer mala suerte al rival", reveló el Papu.
Pero no fue solo el plantel el que ocupó esta mufa. Según relató Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, Claudio "Chiqui" Tapia también invocó al mítico nombre durante todo el mundial.
Les gritábamos a todos ‘Quiricocho’, porque es el grito con el que intentamos traer mala suerte al rival
"Estábamos en el primer partido en Qatar, sentados al lado, y en 27 años no había escuchado este nombre, pero en cada ataque contra la Argentina, ‘Quiricocho, Quiricocho, Quiricocho’. Primero pensé que Chiqui estaba llamando a alguien, pero después supuse que tenía que ver con mala suerte al equipo que estaba atacando, pero Quiricocho contra Arabia Saudita no vino. El segundo partido, cuando (Tapia) llegó a la cancha, le digo: ‘Quiricocho por favor aparecé hoy porque te vamos a necesita", dijo Domínguez durante la presentación del proyecto sudamericano para el Mundial 2030.
El origen de esta mufa lo relató Bilardo en una entrevista: "Quiricocho era un muchacho de La Plata que siempre estaba con nosotros, y que como ese año salimos campeones (en referencia a 1982) lo adoptamos como amuleto. Era un buen pibe pero después ya no lo vi más. La última vez que estuve dirigiendo a Estudiantes (2003-04) pregunté por él y nadie sabía nada. Pero aunque no lo creas, cuando fui a España a dirigir al Sevilla (entre 1992 y 1993) hubo un penal para los otros (por los rivales) y escuché que alguien atrás mío gritó: 'Quiricocho, Quiricocho'. Yo no lo podía creer, hasta que el Cholo (Diego Simeone) y Diego (Maradona) me avivaron de que ellos lo habían dicho un par de veces y que el resto lo aprendió".
Según una investigación de TyC Sports, Quiricocho se llamaba Juan Carlos Revagliatti y fue muy popular durante los ochenta en La Plata. Falleció en 2019, ya con más de 70 años, pero su leyenda se masificó en el fútbol argentino y luego se globalizó, al punto de que se ha hecho presente en episodios insignes de la historia del fútbol: se lo gritó el español Joan Capdevila en la final de 2010 a Arjen Robben, cuando quedó solo frente a Iker Casillas y Giorgio Chiellini antes del penal que Gianluigi Donnarumma le atajó al inglés Bukayo Saka en la final de la Eurocopa 2021.