José María Muscari viene de tener un mes movido, después de adoptar a Lucio, un adolescente que se hizo conocido rápidamente porque se trató del primer chico en adopción de la Argentina que se animó a contar su historia adelante de una cámara para que otros puedan conocerla. "Mucho antes de que yo apareciera en la vida de Lucio, Lucio ya era conocido". En Radio Con Vos, habló de su experiencia como nuevo padre.

Muscari contó que cuando lo escuchó, porque el video se hizo famoso y lo transmitieron en los programas de televisión, lo conmovió tanto su historia y su fortaleza que hizo todo lo posible para poder adoptarlo. Estaba de viaje en Berlín y tuvo que recurrir a la ayuda de una amiga, a la que por teléfono le dictó todos sus datos para que ella fuera completando el formulario de adopción.

Ser padre, según el actor y dramaturgo, le provocó cambios importantes en la forma de ver la paternidad, más no en términos de rutina. "Me cambió la conciencia yoica, pensaba siempre en mí, ahora todo lo que planeo es en función de Lucio", contó Muscari en diálogo con Reynaldo Sietecase en La Inmensa Minoría.

Muscari cuenta que adoptar a un adolescente, al contrario de lo que cree la mayoría, es fácil en términos prácticos: "Mi mayor problema es que son las 12 del mediodía y no lo puedo levantar porque se quedó jugando a la play". Las rutinas del actor no tuvieron que adaptarse mucho, cuenta, porque un adolescente tiene más independencia que un niño pequeño: "Parte de que nuestro vínculo funcione es que él tenga esa independencia", sostiene.

Mientras adoptaba a Lucio, estrenó tres obras. Ahora, en temporada, hace Coqueluche en el Multiteatro de Mar del Plata y sigue haciendo Sex, la obra de teatro sensorial que en pandemia pasó a ser Sex Virtual y que ahora, otra vez en las salas, se renueva constantemente por la gran demanda del público. "En Sex abrimos una zona que se llama la zona roja donde el público entra a un cuarto y ve escenas ahí", adelanta Muscari. "El espectáculo muta todo el tiempo, el público que repite nos obliga a darles una nueva versión".

Sobre el inminente cierre del Instituto del Teatro, con la derogación de la Ley 24.800 que propone la Ley Ómnibus, Muscari fue crítico: "Es un delirio lo que quieren hacer. Los políticos me decepcionan todos, es gente que nos miente y cuando asumen el poder hacen lo que mierda quieren, pero hay cosas que no se tocan. Proteatro es una entidad que garantiza que la actividad teatral a nivel nacional funcione, son la industria nacional del trabajo de nuestras actores y nuestras actrices, por qué no se dejan de joder".