A 17 años de su primer disco “Esquemas Juveniles”, Javiera Mena se mueve con la seguridad y elegancia de quien sabe que ya no tiene que demostrarle nada a nadie. Sus discos, conciertos, premios, nominaciones, viajes y el reconocimiento que cosechó en todos lados donde estuvo, colocan a la chilena en un nuevo escalafón de su carrera.
Uno en el que comparte con soltura su visión de mundo y no se priva de darse algunos gustos, como lo es el concierto “a la carta” que brindará el próximo miércoles 20 de diciembre, en Niceto.
-Un concierto así supone un vínculo muy aceitado con el público argentino ¿Te sientes como “de la casa” tocando en Buenos Aires?
-Totalmente. Acá fue el primer lugar en que me editaron un disco, antes que en Chile incluso. Tengo desde entonces un vínculo muy especial con este país porque fue el primer lugar que me abrió las puertas, que creyó en mí y donde por primera vez me sentí conectada con una escena. Es muy importante Argentina porque tengo un vínculo de más de 20 años. Cuando yo quería ser música, pero no sabía si podría, me nutría mucho de la escena, de la música, de los libros acá. Creo que mi carrera empieza acá, a la par con Chile.
Tengo un vínculo muy especial con este país porque fue el primer lugar que me abrió las puertas, que creyó en mí y donde por primera vez me sentí conectada con una escena.
-¿Y con qué bandas te relacionabas entonces?
-Con los DJs Pareja, Miranda, Entre Ríos... el Sello Índice Virgen. La escena electro pop de 2005. A Juana Molina no la conocí, pero estaba ahí y la escuchábamos. Todas las bandas que trabajaban con Alejandro Ros. A través de amigos supe que Gustavo Cerati llegó a escuchar mi música y le gustaba. Entonces me sentía bien presente en ese ambiente.
-¿Y por qué crees que venías tanto?
-Lo sentía muy diferente a Chile. La onda LGBTQ+ lleva mucho más tiempo acá. Yo como lesbiana venía y sentía que estaba todo más desarrollado. La música estaba más conectada con la electrónica y sentía que había una escena más avanzada de electrónica, de discoteca y Djs, que en Chile no se entendía tanto y estaba relacionado a un sector más específico, acá era más transversal. Como en Madrid. Una escena más amplia que trabajaba con el house y el electro. Me acuerdo de Romina Cohn que estaba trabajando con DJ Hell. Era una escena de electropop en la que yo me podía sentir parte, con muchos colegas...
-¿Ya armaste el menú que vas a ofrecer el 20?
- Sí, ya se cerró la convocatoria. Estuve como dos meses recibiendo mensajes y armando el setlist en base a esa medición.
-¿Y te sorprendió como quedó?
No, fue lo que pensaba que iba a pasar (se ríe). Creo que conozco a mi público. Mucho Esquemas Juveniles, Mena y Nocturna, que es el último disco. Me gusta como quedó. Estoy contenta porque estoy revisitando canciones que tenía abandonadas.
-Nocturna, que es tu último disco, lo compusiste durante el estallido social de Chile, pero es un disco muy arriba ¿Cómo piensas esa relación entre clima social y tu música?
-Es muy importante para mí ser una especie de isla. La otra vez escuché la historia del compositor de la canción Holiday de Madonna, que se llama Curtis Hudson y es una persona muy informada políticamente. Decía que hizo justamente esa canción un día en que vio muchas noticias y pensó que el mundo era un lugar deprimente, que necesitábamos un lugar donde irnos todos de vacaciones. Qué manera más bonita de aportar a una sociedad que está mal. Me hizo mucho sentido porque es lo que yo sentía con Nocturna y el estallido social de 2019. Para qué voy a seguir metiéndome allí, pensaba. El arte en ese sentido no es una vía de escape, porque las penas y las guerras van a seguir existiendo, sino una conexión con un impulso vital. Para mí el arte también es un lugar seguro. La música es conectar con mi ser completo y con una parte mágica que perdemos con tanta sobreinformación. No digo que no haya que informarse ni estar encima de lo que pasa, pero también hay que conservar lo valioso y brillante del ser humano, que está en el arte.
El arte en ese sentido no es una vía de escape, porque las penas y las guerras van a seguir existiendo, sino una conexión con un impulso vital.
-Y como espectadora, ¿Qué te ha parecido brillante este año?
-Ultimamente he estado más tranqui la verdad. No alcancé entradas para los Pet Shop Boys. Si hubieran fiestas más temprano iría más. Si tengo que decirte una banda, creo que me quedo con Tame Impala... me gustó mucho. Lo vi en Lollapalooza y me sorprendió ver tanta excelencia. Las visuales. Kevin Parker estaba sentado en una silla de ruedas porque tenía un pie roto. No soy súper ultra fan, pero me sorprendieron... creo que ese es mi top one del año.
-Vienes un momento en que el colectivo LGBTQ siente la amenaza que representa una ola reaccionaria, ¿Cómo la ves en ese sentido?
-Para mí la parte política del pop tiene que ver con mostrarme tal cual soy. Mi música siempre ha mostrado desde un lugar luminoso el amor entre mujeres. Y para mí es importante mantener eso que no sé si llamarlo una lucha... es más bien una solidez. Mantener el discurso y la visión más allá del gobierno que esté. Sin miedo, porque el miedo es un estado que te puede congelar, pero también llevar a la agresión. Todos los discursos extremos vienen del miedo. Es bueno que como colectivo podamos tener esa visión más amplia, de altura de miras y no agredir. Eso es muy importante para mí como una persona homosexual, lesbiana, que se ha topado muchas veces con gente que me ha agredido y me han dicho cosas horribles. Siempre he tratado de mantener ese espacio de no entrar en la misma agresión. No caer allí, ni devolver con la misma mano.
-Cuesta mucho a veces...
-Cuesta un montón, pero es la forma que hemos encontrado de no amargarnos. En Chile, por ejemplo, nos decimos “fletas” entre nosotras, que es un término muy peyorativo cuando viene de afuera. Los grupos oprimidos siempre hemos sabido reírnos y tomar con cierta ligereza cosas que son horribles. Creo que esa es la clave.
-¿Va a haber algo de eso en el concierto?
-Sí, eso está en las canciones que pidieron. Es un concierto de mucha nostalgia, con varias canciones de discos antiguos y de un camino que he recorrido junto a la gente. Es un camino que ha sido creado por la gente de Argentina.